Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅

¿Olvidada y desechada? Parte II

Estoy tan concentrada que olvido por momento que estoy ahí con más personas. Doy golpes secos y firmes. Una y otra vez. Me imagino que golpeo a Christopher una y otra vez. Es decir con alguien tengo que desquitarme. Y porque no pensar en él.

— Hey, calmada con esos golpes te lastimaras los nudillos. – me comenta Harper que me hace caer en la realidad. – ¿problemas en el infierno? – pregunta.

— ¿Qué? – pregunto al no entender su pregunta.

— Es una expresión para decir si tienes problemas con mi primo. – asiento con cara de pocos amigos.

— Y no deberías decir problemas en el paraíso, creo que esa es la expresión correcta. – la corrijo, pero me arrepiento de a verlo hecho cuando su cara se crispo un poco.

— Si, así se dice, es como se conoce, pero nosotros no creemos en el paraíso. – me explica. Asiento.

Pongo cara de pocos amigos.

— ¿Que no te has enterado, lo que paso en la fiesta? – indago.

— Sí, no sé si te has dado cuanta, pero estuve ahí. – me responde como si fuera una idiota.

— Si, bueno. A partir de ahí Christopher ha estado actuando raro.

— ¿raro? – pregunto como si fuera una broma. – raro seria si actuara como si no fuera un sádico asesino. – añade con una risa. Inclina la cabeza por su comentario.

Me resulta raro que ella de todos los White se tomara esto bien y no como el resto que al parecer quieren comer cruda.

— Porque tú eres la única que no me mira mal, ni cree que yo... – me detengo porque no sé cómo decirlo. – no dibuje ese símbolo intencionalmente.

— Mira, Zora, no me gusta juzgar a las personas, ni mucho menos causarla de algo que no ha hecho intencionalmente. – me responde. – ademas para mi ese símbolo es muy común, para mí no es nada del otro mundo. si quizás lo inventaron, pero creo que también cuando uno piensa en el amor lo primero que hace es un corazón, luego un infinito, por qué crees que es será amor por siempre y luego una flecha que representa amor a primera vista. – explica. La miro con perplejidad no lo he pensado así. –lo que me lleva a creer que mi hermana y Remington no era muy creativos que digamos. – añade.

Frunzo los labios. Pero me siento aliviada de que por lo menos un White me crea y que me entienda.

– es alivio saber eso. Tu familia cree que lo hecho apropósito y créeme no lo hecho. – digo en noto de disculpas.

– Zora, está bien. Sé que no lo hiciste con intención. – me dice. – y sobre Christopher, ser raro está en sus genes. – añade. 

Sigo con las actividades de ese día. Me toca la clase de Manipulación de armas y Tiro. Ahí está Theo esperándonos en el campo de tiro.

Esas palabras siguen están en mi cabeza, no las puedo ignorar. No sé porque me están afectando tanto y porque no las puedo olvidar. Casi ni estoy prestando atención a las indicaciones de Theo. A penas escucho. Cargo las balas en la pistola y me pongo los auriculares. Comienzo a disparar.

No sé si es por el enojo que siento o porque estoy mejorando, pero logro apunto muy bien a mis objetivos.

— Bien, hecho, Señorita Cooper. – me felicita Theo al acercar las mis figuaras de tiro.

Yo solo asiento, la verdad hoy no estoy de ánimos al parecer para reconocer que estoy mejorado. Me preocupa mi relación con Christopher. <<No quiero ser olvidada y desechada>>; me repito una y otra en mi cabeza.