El vuelo

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Me siento en uno de los asientos, enfrente de él, Christopher mira fijamente por la ventana sin decirme una sola palabra, no sé a dónde vamos, ni tampoco me atrevo a preguntar. Por su cara sé que aún está enojado porque llegue tarde. << Ahora que lo pienso no fue tanto tiempo ¿o sí?>>, creo que White exagero. Pero me encanto su forma posesiva, nunca nadie fue posesivo conmigo. Dejo de mirar por la ventana y le hecho una miradita a Christopher que sigue ahí con esa campera azul mirando por la ventana.

– ¿Puedo saber porque traes esa campera azul? – pregunto rompiendo el silencio.

– ¿acoso no te gusta el azul? – Me pregunta con seriedad.

– sí, pero no combina con tus pantalones, y podría jurar que hoy a la mañana tenías una camisa blanca y un saco negro. – respondo.

Nuevamente me mira con seriedad.

– ¡¡que observadora eres!! – exclama con sarcasmo. – ¿por que te interesa saber que paso con mi traje? – pregunta molesto.

– ¿por que no quieres decirme? – replico.

– no suelo contestar esas preguntas.

– ¿alguien te las ha preguntado antes? – pregunto curiosa.

– no.

– eso pensé.... – largo un suspiro. – y entonces que paso con tu camisa? – vuelvo a preguntar.

– una de las azafatas me tiro vino en ella. – dice furioso.

– ¿fuiste duro con ella? – me atrevo preguntar y una sonrisa maquiavélica se dibuja en su perfecto rostro.

<<Christopher White>>

He escuchado bien;  ella me pregunto ¿si fui rudo con mi azafata? Ella quiere saber ¿si yo perdido los estribos con mi azafata?, nunca nadie me pregunto algo así, ninguna mujer me preguntó eso antes, la miro con indiferencia.

– ¿por que quieres saber eso?

– ¿por que no quieres responder? – replica enarcando una ceja.

<<<Dos horas antes>>>

Estoy ahí sentado mirando por la ventana, para ver si Zora esta en la pista de aterrizaje. Mientras que una de mis azafatas me sirve una copa de vino; y de pronto siento que algo cae en mi camisa.

– ¡pero que mierda! – grito mirándome la camisa. Tengo una mancha de vino en todo mi camisa blanca. Miro a la inútil de mi azafata.

– Perdón, señor White.

– ¡¡eres una  inútil!! – protesto furioso mientras me saco el traje y luego me quito la camisa. Se la tira en la cara. – limpia esto, y lárgate de mí vista, antes de que te mate. – digo frunciendo el ceño. – despídala en  cuando aterecimos. – le ordeno a Albert. Este no me contesta, me da una campara y me la pongo. – ella no vendrá. Es la primera vez que no tengo todo bajo control. – le comento a Albert algo melancólico mientras me cierro el cierre de  la campera.

– ¿Quién no vendrá? – pregunta una vez que reconozco en seguida.

 Me doy vuelta y la miro con una expresión ávida.

<<<Fin del Flashback>>>

– ¿no crees que exageraste un poco? Es decir fue un accidente. – me pregunta Zora.

– No tolero la incompetencia y suelo ser muy irascible cuando no tengo el control de algo.

– ¿está queriéndome decir que eres un maniático del control? – me pregunta.

– Me gusta tener el control de todo. – Zora asiente con indiferencia.

Después de dos horas llegamos a nuestro destino.



Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora