<< Zora>>
Veo salir a Christopher con cara de serio. Me mira, pero no como yo quisiera que me mira, ni tampoco como me miraba antes con esa expresión de posesivo, y deseoso. Su mirada es diferente, es una mirada de decepción, de desprecio. ¿Por qué me miras así? ¿Qué es lo que salió en ese estúpido test?
<<Deja de mírame así>>; grito en mi fuero interno.
No sé a dónde lo estoy siguiendo, ni a dónde vamos. Se detiene en una de las puertas. Me hace entrar y ahí veo una gran mesa larga de madera y dos sillas. El lugar esta oscuro, lo único que ilumina la sala son las luces de neón. Una vez más me mira, está enojado, porque frunce el ceño. Se acerca a mí, me observa.
– ¡Al diablo, no lo resisto más! – masculla. Se lanza a mis labios y me da un beso acelerado y rudo.
Nunca nadie me beso así, siento su tibia lengua que juega con la mía y como su boca me devora. <<Maldición sus labios son tan posesivos con los míos y se sienten tan bien contra los míos>>; pienso. Nuestras respiraciones se hacen más cortas y pesadas. Nos besamos apasionadamente y salvajemente. No sé cuál de las palabras es mejor para describir este beso. A presurosamente le quito el saco y la camisa. <<Puedo sentir lo mojada que estoy por él. >>
Christopher hace un rápido movimiento y me da vuelta, quedo a espaldas a de él. A continuación me toma del cuello y me lo aprieta fuerte, no tan fuerte, pero lo suficiente para hacerme querer más. Me apega a su cuerpo y ciento lo duro que esta su bulto.
– No tienes idea de todas las que quiero hacerte, Cooper. – me susurra al oído mientras mueve su bulto contra mi trasero. La piel se me eriza y mi respiración va a mil. Gimo y mueve mi trasero contra el bulto de Christopher, este suelta un gemido profundo cuando mete su mano en mi ropa interior y toca mi intimidad. – ¡mierda, Cooper, estas tan mojada y apenas te he tocado! – exclama con su voz profunda.
Me doy vuelta para míralo y me mira con esa mirada posesiva y lujuriosa. Aún mantiene presionara en sus brazos. A continuación me da un corto y rápido beso en el cuello, mientras que sus manos me quita a presurosamente la remera, en ese instante siento su piel rozar contra la suya. Levanto los abrazos para deshacerme de la remera. La deja un lado. Quedo con mi brasier turquesa que no es nada atractivo, pero a Christopher parece no importarle. Se arrodilla y comienza bajar mi pollera, puedo sentir su respiración agitada contra mi piel, mientras va bajando con sus manos mi pollera y mis bragas. Me dedico a míralo y puedo ver lo excitado que esta, tiene esa mirada perversa. Me observa y me siento tan expuesta, pero a la vez tan excitada.
Me empuja hacia esa mesa y observo como se quita los pantalones y el bóxer.
Se acerca a mí y abre mis piernas. Sin previo aviso, meto su miembro en mí. Gimo cuando lo siento en mi interior. Mi corazón va a mil por segundo, mis gemidos y jadeos llena la habitación. Me embiste con dureza y violentamente Aumenta aún más la velocidad. Gimo fuertemente y ya siento que me voy a correr, comienzo moverme. Acaricio levemente su pecho. Pega más su cuerpo contra al mío. Me mira con esa mirada seria y malvada. No deja de embestirme con dureza. << Está matándome de placer >>; pienso. Ahora sale y entre de mi muy rápido y con violencia. Estoy llegando al orgasmo, al clímax. Pone su mano en mi cuello y lo aprieta mientras sigue embistiéndome Ciento como me ahorca.
– ahórcame más fuerte. – digo llena de placer.
– ¿Serás mi chica mala? – me pregunta mientras sigue embutiéndome con fuerza y rudamente.
– Si... si... – digo con voz ronca y con gemido.
Me embestí por última vez y juntos llegamos al éxtasis total. Se deja caer a un lado de mí. Nos quedamos unos minutos ahí está que nuestras respiraciones vuelve a la normalidad.
Se levanta de la mesa y observo como se cambia.
– ¿Qué fue todo eso? – pregunto.
– Me moría de ganas de cogerte, y hacerte mía. – dice con dureza y fríamente.
– Resulta que ahora soy tuya.
– Sí, y quiero que juegues conmigo.
Lo miro con una expresión ávida, después de lo que paso como no decir << no>>, pero claro si ya me tienes atrapada.
– ¿Solo quieres jugar conmigo?
– Si eso dije.
– ¿Y porque eso? , porque no puedes ser normal y tener una relación normal conmigo. – cuestiono. – una novia. – añado.
– No soy una persona normal, Cooper, y no me interesa tener una novia. – me responde frunciendo el ceño. – lo único que puedo ofrecerte es que sea mi compañera de juegos. Eso es lo único que te puedo ofrecer. ¿Aceptas?
Aprieto los labios y pienso que si lo quiero tenerno me queda otra que aceptar lo que me ofrece.
– Está bien, seré tu compañera de juegos.
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Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅
Fiksi RemajaElla una problemática Él un asesino Una atracción peligrosa como obsesiva ¿Te atreves a jugar? Obra registrada en Safe Creative. Código: 2401246754869 QUEDA PROHIBIDA SU DISTRIBUCIÓN TOTAL O PARCIAL POR CUALQUIER MEDIO DIGITAL O IMPRESO SIN PERM...