Objeto sexual

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<<<Zora Cooper >>>

– Ni te imaginas. – responde con dureza ¿y con una sonrisa pervertida? Acoso está mirándome con esa mirada. << Si lo está haciendo>>

Acto seguido me toma de la mano y subimos las escalares, me está llevando a su habitación << a su habitación, genial, hoy al parecer no dormiré en la mía>> y no es que no quiera tener sexo con él, pero en estos momentos a juzgar por su mirada y por lo que paso dudo que sea cariñoso conmigo. Esto es más bien como deseo sexual, ahora que lo pienso bien << yo soy más bien su objeto sexual>>, su prostituta personal, su esclava sexual que cuando quiere me usa y cuando no; pienso.

Cierra la puerta en cuento entro a la habitación.

Me acorrala contra la pared y yo lo miro como una idiota, a continuación de una manera brusca me da vuelta. Me levanta el vestido y con gran rapidez me quita las bragas. Acto seguido veo como se desase de su pantalón y bóxer; no puedo evitar morderme el labio inferior y mírala como idiota al ver que mira de esa forma con su, me sonrisa maliciosa y sexymente. Se acerca a mí y me acorrala contra la pared, hace que pongo las manos sobre la pared.

– No seré tan gentil contigo – murmura.

– ¿Y cuando eres gentil conmigo? – me atrevo decir. Al terminar de decir eso siento una fuerte nalgada seguida por su pene que entro por mi trasero de una manera brusca.

Cierra los ojos, con expresión de puro placer, y siento como una sacudida. Extiendo un brazo por la pared mientras, me embiste duramente. Sus manos sujeten con fuerzas mis muñecas impidiéndome que me mueva más de lo debido. Sus embestiduras son duras y salvajes. Jadeo muerta de deseo. Siento el sonido de mi trasero golpeando contra sus genitales y sus manos que se sujetas bien fuerte mis caderas. Gimo con fuerza, es casi un grito de dolor, lleno de placer. Está matándome de placer. Mis piernas comienzan a temblar cuando siento que ya no puedo más y que llego al orgasmo.

— Por favor... – suplica con un quejido ahogada.

¿Por favor qué? – me penetra con dureza y no puedo evitar gritar de dolor cuando una vez más siento que llego a otro orgasmo.

No... sigas...– gimo. No me responde me pone una mano en el cuello, me aprieta el cuello. Acto seguido otra embestida fuerte y dura.

— Jamás me digas lo que puedo o no hacer contigo. – me regaña. – eres mía y yo contigo hago lo que quiero. – agrega dándome vuelta y rasgando mi vestido y entrando nuevamente en mí.

Nunca lo vi en este estado, y me pregunto << ¿por qué su cambio de humor?, ¿qué habré hecho yo para estimular este estado?>>. Me observa con la expresión impenetrable y maquiavélica. Me rodea los pechos con las manos. Mete el dedo índice por la copa de mi sostén, la baja muy despacio y deja mi pecho al aire, empujando hacia arriba por la varilla y la tela. Desplaza el dedo a mi otro seno y repite el proceso. Los pechos se me hinchan y los pezones se me endurecen bajo su insistente mirada. El sostén mantiene alzados mis senos.

— Sabes tienes unos hermosos pechos. – me comenta tratando de parecer gentil, pero está claro no le sale, eso son muy frió, duro. y esta diría muy falso su comentario.

Me pellizca con mucha fuerza mis pezones y siento como estos se me endurecen todavía más bajo sus dedos, me chupa salvajemente un pezón, desliza una mano al otro pecho, y con el pulgar rodea el otro pezón, y nuevamente tira de él muy fuerte. Gimo, pero más bien parece que estoy gritando de dolor, y siento que una salvaje sensación desciende hasta mi ingle. Estoy muy húmeda. << Oh, por favor>> suplico para mis adentros. Entierro mis uñas con fuerzas en sus hombros.

Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora