<<<Zora>>>
Antes de abrir la puerta, golpeo y cuando escucho un adelante. Abro la puerta y entro. Lo primero que veo es aun Arian imponente, en todo su esplendor, incluso puedo apreciar lo musculoso y enorme que es. Hablando de enorme, me pregunto qué tanto enorme es su amigo. Inconscientemente me muerdo el labio.
Aria me fulmina con la mirada, pero creo que más bien esta desnúdame con la mirada.
— Eres muy hermosa. – alardea mientras lentamente se acerca a mí.
— Si, gracias. Eso ya lo sabía. – respondo. Me sonríe, y me doy cuenta que tiene una maquiavélica y siniestra sonrisa, pero a la vez seductora. – ¿y qué es lo quieres hablar conmigo? – pregunto.
— En realidad no quiero hablar contigo. – está muy cerca de mis labios.
Sé por dónde va todo esto y aun que sea muy apuesto, imponente y todo, él no es mi obsesión. Lo freno cuando pongo mi mano en su duro pecho. Lo ligeramente lo aporto de mí.
— Mira, no sé qué impresión te he dado, pero estoy con Christopher. – me alejo de él.
— Si, lo sé y no me importa. – responde lanzándose a mis labios una vez más. Sus labios rozan con los míos. Le doy una fuerte cachetada en su perfecto rostro.
— Yo no soy ninguna, prostituta, ni mucho menos una zorra. – digo elevando la voz.
— Eso lo sé.
— ¿y entonces porque me tratas como tal?
— ¿Disculpa? creo que no has entendido, nada.
— Oh, sí entendí perfectamente, quieres tener sexo conmigo, aun sabiendo que estoy con Christopher.
— Sí. – responde con sequedad como si eso fuera lo más normal del mundo, quizás para él es lo más normal del mundo, quizás en su mundo esto es normal. Sin embargo yo no soy una cualquiera y no quiero que me vea así. Que me trate así.
— ¿Sí? ¿Eso es todo lo que dirás?
— ¿Acaso tengo que decir algo más?
No comprendo cuál es su problema, y pensar que yo me quejo de los estados de ánimo Christopher. Él es peor.
— Si, podrías disculparte conmigo.
— ¿discúlpame contigo? ¿Por qué haría eso?
— Por tratarme como si fuera una cualquiera.
Lanza una carcajada y no entiendo que es lo gracioso.
— ¿De verdad crees que Christopher, es diferente a mí? – me pregunta. –si crees eso déjame decirte que eres una ingenua. Para Christopher no eres más que una chica a la querrá por unos días y cuando se canse de ti. Te matara. – trajo saliva y no es porque tenga miedo sino porque se me formo un nudo en la garganta al pensar en esa posibilidad. Lo miro con una expresión ávida de indiferencia. – siempre ha sido así, o acaso creíste que contigo sería diferente. ¿De verdad creíste que contigo iba cambiar?
— Yo no soy ninguna zorra. – afirmo. Más bien creo que esa afirmación es más para mí misma, para converserme de que no soy una zorra aunque parezca.
— Oh, claro que sí. – mueve ligeramente la cabeza. – eres la zorra de Christopher White. – niego con la cabeza.
No creo que sea así como él dice, quiero creer que no es así como me ve Christopher, aun que como pensé antes << sé que hay una gran posibilidad de que sea así como ve Christopher>>.
— tal vez sea así, pero en todo caso, seré la zorra de Christopher, pero no tu zorra. – digo con firmeza.
Por unos segundos ninguno de los dos dice nada, y cuando creo que esto esta punto de terminar escucho.
— ¿Por qué tanto interés por Christopher White?
— Es más bien una obsesión. – respondo.
— Es una obsesión peligrosa la que tienes.
— Si, lo sé. – <<como si no me hubiera dado cuanta en donde me estoy metiendo. >>
— Ya que al aparecer no tendrás relaciones conmigo, por lo menos déjame hacerte una propuesta.
— ¿y porque harías eso? – no comprendo porque de repente es amable cuando fue para mi gusto grosero.
— No suelo hacer esto, con cualquiera, de hecho siempre consigo lo que quiero de una chica. – enarco una ceja con sorpresa. << vaya, no sé si sentirme alhajada o afortunada. Debo de ser la primera chica que no cae en sus encantos y que le pone un alto>>. – lo que quiero decir es que eres la primera chica que me pone los puntos. – <<como me lo pensé y no me sorprende a puesto que todas esas chicas con las que estuvo era una fáciles, unas ingenuas, unas prostitutas y manipulables. Llenas de inseguridades incapaz de pensar en un momento de invulnerabilidad. >>; pienso. – soy de esos hombres que cree que ciertas cosas merecen recompensas. – asiento y lo miro como si le hubiera salido otra cabeza. – por eso quiero ofrecerte un trabajo aquí en el club. – dice.
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Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅
Teen FictionElla una problemática Él un asesino Una atracción peligrosa como obsesiva ¿Te atreves a jugar? Obra registrada en Safe Creative. Código: 2401246754869 QUEDA PROHIBIDA SU DISTRIBUCIÓN TOTAL O PARCIAL POR CUALQUIER MEDIO DIGITAL O IMPRESO SIN PERM...