Amor con sangre

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Nunca me había sentido de esta forma, con alguien, nunca me sentí tan enamorada. Los siguientes días fueron seguidos por sexo, y más sexo. << Sexo salvaje y sexo violento>> tanto que olvide lo que era salir de la cama o sentir mis piernas en el suelo.

Me doy vuelta y recuerdo que estoy en la habitación de Christopher, últimamente vivo aquí. Aunque tengo que reconocer que adoro esto.

De pronto escucho unas voces extrañas. Y me pregunto qué está pasando. Me pongo una bata. Bajo las escaleras para ver que es todo ese alboroto.

Pero en cuanto lo hago me repinto de ver abajado así. Mis ojos se salen de sus orbitas al ver a  tal terrible hombre que aún no se dio cuenta de mi presencia, por suerte. Albert habla con él como si lo conociera. Dentro siento que algo en mi pecho se oprimió.

— ¡Ah! Señorita Cooper! –exclama Albert quien me ve ahí parada en la entrada de la sala de estar. El desconocido se da vuelta.

Y entonces el corazón se me detuvo y comenzó latir muy fuerte. Me fulmina una con expresión ávida penetrante.

— Así que tú eres la famosa Zora Cooper. – masculla. – soy Joaquín White. – otro White más; pienso mientras lo observo. Posee un rostro ovalado con facciones perfectas y firmes. Es como un dios griego; pienso admirándolo. Posee unos hermosos ojos azules. Es alto y musculoso, pero no tanto. Su pelo es de color negro. Y està algo largo, y no le queda nada mal, de hecho hace que esa frente ancha y esas  cejas gruesas del mismo color de su pelo lo hagan lucir más exótico. Tiene una nariz larga y respingada. <<Y ese mechón... >>; pienso en mi fuero interno. – lo hace perfecto. Lo observo como una idiota.

— Soy yo.

Como puedo mirarlo así como si estuviera enamorado cuando acabo de acostarme con Christopher.

— Mmmm.... – emito. – un gusto. – me limito a decir. – ajá soy yo. – vuelvo a decir.

— Sí. ya me lo habías confirmado. – dice con una sonrisa. – busco a mi primo, está aquí ¿verdad?

— ¿a tu primo?

— Sí, mi primo Christopher. – dice como si fuera obvio. – él no te habló de mí. ¿verdad? – niego con la cabeza.

— No. Habló de sus hermanos, un poco, y conocí a Teddy... – me detengo. – que supongo que es ¿tu tía?

— sí, es mi tía. – me detengo a pensar de quién puede ser hijo.

Hago una mueca.

— Mi padre era Spencer, soy medio hermano de Spencer Harper y Harper es madre. Ahí está tu respuesta. – Me dice con cierto enfado, creo que noto mi cara de confusión.

— ohh. Era más fácil de lo que pensé.

— sí. – emite con fastidio.

En eso aparece Chris que me pasó el brazo por los hombros, me acaricia un poco el hombro mientras habla.

— ¿dañado, que haces aquí? pensé que estarías en Seattle.

— Si, bueno volví, para el compromiso y la boda de Jasper. – responde. – necesito un favor. – Chris tuerce la boca. – no quiero ir solo a la fiesta de compromiso y es por una razón. Y como nos quedarnos en california para la boda y.... – se detiene. – no sé cómo decir esto.... yo tuve sexo con Savannah Alder. – no puedo evitar abrir la boca. A Chris no le sorprende. – fue hace mucho, fue antes de que saliera Jasper. Ella y yo estuvimos en la universidad y bueno paso. La cosa es que no quiero ir solo y que piense que soy el patético ex novio sin pareja. Pensaba ir con Roma, pero ella no quiere verme.

Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora