Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅

Posesivo

– ¿Porque sigues haciendo preguntas?

– Perdón, no puedo evitarlo. – me disculpo.

Asiento sin decir nada y ese momento me dan ganas de besarlo. Quiero volver a besarlo. Quiero volver tener sexo con él, pero sé que eso no va pasar no hasta que se haga ese contrato, pero la verdad es que no me importa ese contrato, ni lo que diga porque estoy 100 % segura de lo que quiero y sé que no me arrepentiré.

Llegamos al penhouse. Antes de que pueda subir las escalaras y me dirija a mi habitación. Christopher se acercó a mí muy despacio. Está muy seguro de sí mismo, muy sexy, y sus ojos reflejan lujuria. Mi corazón palpitaba muy fuerte cada vez que ese hombre se me acercaba, y siento como la sangre me bombea por todo el cuerpo. Acto seguido siento un deseo caliente e intenso que invade mi vientre. << Oh, es tan sexy...>>; pienso. Pertenezco ahí quieta aun mirándolo como una estúpida.

Comienza a quitarme la ropa dejándome solo en ropa interior. Yo nada más logro desabrocharle un poco la camisa, no me permite seguir porque se aleja de mí. Me examina todo el cuerpo, a continuación veo como se sienta en él apoya brazo del sillón que hay en la sala de estar.

– ven aquí. – me ordena. Como buena sumisa que pretendo ser voy hasta él. – date vuelta. – me ordena ahora con firmeza. Obedezco y le doy la espalda.

Christopher pone su mano izquierda en un mi seno izquierdo y su mano derecha en mi intimidad. Comienza frotarme el clítoris con la palma de la mano, por encima de la delgada tela de mi tanga, mientras que su otra mano aprieta y estruja mi seno. Frota las manos contra mi cuerpo una y otra vez. En instinto reflejo, empiezo trazar círculos con las caderas, al compás de su mano; un placer enloquecedor me recorre las venas como si me hubiera inyectado adrenalina pura, descubro que es mi cuerpo reaccionado a esas caricias. Es increíble como mi cuerpo enseguida reacción a sus caricias intensas.

Ahora me introduce el pulgar y lo gira acariciando las paredes de mi vagina. El efecto es alucinante y enloquecedor. Toda mi energía se concentra en esa pequeña área de mi cuerpo. Gimo.

– ¿te gusta? – demanda en voz baja pasándome los dientes por la oreja.

– si... sigue... no... te detengas. – digo gimiendo.

Empieza a mover el pulgar lentamente, <<dentro, fuera, dentro, fuera>> con los dedos todavía trazando círculos. Cierro los ojos e intento cortarla mi respiración, intento absorber las desordenadas y caóticas sensaciones que me están provocando sus dedos, esos dedos desatan en mí un inmenso fuego que recorre todo mi cuerpo. Vuelvo gemir.

– Ni te imaginas todas las cosas quiero hacerte, Cooper – susurra.

Me sigo moviendo lentamente, mientras coloco mi mano izquierda encima de su mano. Tengo mi otra mano apoyada en su pierna derecha. A continuación lanzo un gemido y aprieto su pierna cuando veo que mete su mano en mi tanga e introduce un dedo en mí intimida, cada vez con más fuerza. Gimo con fuerza.

Justo cuando estoy por correrme, se detiene. Se aleja de mí.

– ¿por qué te detuviste? – me atrevo a preguntar.

– No quiero hacerte lo aquí, ademas tengo pensado hacerte más cosas. – me muerdo el labio al escucho esas palabras tan frías y a la vez tan calientes.

Me levanta fácilmente y me recarga en su hombro. Ese momento me doy cuenta de lo fuerte que es. Sube las escalaras conmigo y a mitad del camino siento una intensa caricia en mi trasero, acto seguido una palmada.