Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅

Extremadamente Cruel, Malvado y Perverso

Esa mañana me levanto, como siempre y lo primero que hago es verme esa herida que aún tengo en mi ante brazo. Esa cicatriz que mi hizo Chris. Ahí está su nombre. No me gusta mucho como queda en mi brazo y menos que me haya marcado de esta forma tan cruel. No me había percatado de lo mal que se veía esta ahora. De lo extremadamente cruel, malvado y perverso que puede llegar hacer conmigo esta ahora. Trate de conversar me a mí misma de que no es nada, pero es grave. <<Yo también soy extremadamente  cruel, malvada y perversa>> porque he cometido dos asesinatos y no estoy arrepentida. Me estoy convirtiendo en una asesina igual que él o peor. 

Una vez más me observo el brazo y pienso que debo de poner límites para que algo como esto no  vuelva a suceder, pero la verdad no sé cómo controlar a veces esa violencia que tiene. Como ayer en la fiesta que me miro de esa manera posesiva cuando me despedí de Damon, tal vez sea porque él percibió o sabe que quizás Damon sienta algo por mí, pero a mí no me pareció eso. Y la verdad es que no me interesa nada de  él

Desde entonces esta con esa cara de querer matarme; cuando no hecho nada malo. Ahora cada vez que veo su nombre en mi brazo me recuerda que no debo desobedecer lo, ni subestimarlo. Ahora soy de su propiedad; entonces a mi mente viene esas horrible imaginas de él haciéndome esto y de lo cruel que fue esa noche conmigo y como he trato de converse me  de que me lo merecía, cuando sé que no es del todo verdad. Aun así, sigo aquí; cuando debí irme. Sé que él no me dejara y que yo no tengo el valor para dejarlo, porque estoy atrapada en esta peligrosa obsesión.

Ese recuerdo de aquella noche sigue torturándome de una forma que no quisiera. Debo arreglar esto, me curo el brazo porque se ve muy mal y parece estar infectado. Aún no ha cicatrizado del todo, <<se me muy mal>>; pienso. Tal vez debería a ir a que me lo revisen o llamar a Meg para que lo vea, después de todo ella fue la que me curo la primera vez.

— ¡Zora! – me grita alguien. Me doy la vuelta para ver a la persona que me grita. Me arrepiento de a verlo hecho.

<<No otra vez no, porque me pasa esto. >>

— Por favor, espera unos minutos. – me detiene. Camino más rápido tratando de ignorarlo. – Por favor espera. – me detiene otra vez.

— ¿Qué quieres? – respondo de mala forma

— ¿En qué estás metida?, no has venido al trabajo, no.... – lo detengo porque otra vez insisten con lo mismo

— Renuncie.

— Sí, eso parece. – responde. – estoy preocupado por ti.

Inclino la cabeza y lo miro con indiferencia.

— ¿Por qué estas preocupado por mí?

— ¡Porque me importas! – grita como si estuviera sorda y no lo hubiera oído. – me gustas si, toda la vida me has gustado y el hecho de que no te despidiera era porque me gusta verte todos los días y por tus...– lo detengo porque no tengo ganas de seguir escuchándolo.