Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅

Killian White

<< Meg Traynor>>

– Quien era esa chica con la que hablabas, amor? – me pregunto Killian.

– Es la nueva chica de tu hermano.

– Querrás decir la nueva víctima. – la mira desde lejos con curiosidad.

– Ella sabe que Christopher es asesino y dudo que sepa más.

Mi esposo me mira con seriedad, pero eso no le preocupa.

– Tranquila, Meg. Mi hermano no es estúpido como para decirle alguien lo que hacemos.

– No lo sé, pero por alguna razón aun no la ha matado. – suspira y una vez más la mira. Esta descifrándola.

Dejamos de hablar cuando unos conocidos se acercan a nosotros. Muy amablemente los saludamos y sonreímos.

– ¿Y qué es lo que tanto preocupa?

– Ella podría decirle a la policía, lo que sabe. Tu hermano prácticamente la secuestro. La lastimo, pero no como él suele lastimar a sus víctimas. –le cuento.

– No me has dicho eso.

– Bueno ahora te le digo, ella podría ser peligrosa. No sé qué es lo quiere.

– ¿Porque siempre piensas mal de las mujeres Meg?, te has puesto a pensar de que eso podría ser el motivo por el cual no tienes amigas. – aprieto los dientes por su comentario.

Odio cuando K.J me dice eso, me hace ver siempre como la mala de la película. Pero tengo mis razones para desconfiar de Zora y esta que no sepa cuáles son sus intenciones con mi cuñado, me seguirá dando mala espina.

En ese momento veo caminar hacia nosotros a la persona que menos esperaba ver aquí, la persona que más detesto Summer Pray

– ¿!Te has atrevido a traer aquí a una de tus sumisas?! – digo frunciendo el ceño.

– Yo no la invite. – Niego con la cabeza. No le creo.

Summer llega a nosotros con una sonrisa de oreja a oreja.

– Killian, no esperaba verte aquí. – sonríe. Me mira de re ojo, pero me ignora.

– ¿Señorita, Pray que hace aquí?

– Vino a ver a mi...– Killian la calla enseguida. – no deberías estar aquí, es una reunión de negocios, la cual no te interesa.

– Pero te me has dicho que viniera. – dice ahora como una niña acercándose a mi esposo.

La sangre me hierve, y me tenso. A pesar de que acepte que mi esposo tenga sumisas, a veces no puedo contralar los celos que eso me produce. Una vez esos celos se transformaron en ira y mate a una de las sumisas de Killian.

– No deberías de estar aquí, es una fiesta privada.- intervengo.

Largo un suspiro y frunce el labio.

– Ya veo, prefieres estar con ella que conmigo. Pero que te queda claro, White, yo siempre estaré disponible en cambio ella no.

Eso me dolió, porque se exactamente lo que quiso decir, las cosas entre Killian y yo últimamente no están bien, desde que tuvimos Kiara. Y temo que me deje por Summer.

– No puedo creerlo, te has enamorada de ella ¿verdad?

– Pero que estás diciendo, Meg.

– Lo que veo, porque aún no te has deshecho de ella.

– Porque es mi sumisa. –asiento.

– No es por eso, ambos sabemos que desde tuvimos a Kiara, ya no hay más nada entre nosotros, ya te atraigo como antes.- Killian cruza las labios y me mira con esos penetrantes ojos azules que tanto características a los White. – yo he aceptado que tengas sumisas, pero ya no puedo más. Siento que ya no importo.

– Te demostrarte que eres la única mujer de mi vida y que no tienes por qué ponerte celosa de ellas. Te quiero esta noche en mi cama...y no me hagas esperar o te castigare. – sentencia. Sonrió ante esas palabras. A continuación me da un beso en la mejilla. – y preséntame con la nueva chica de mi hermano. – añade.

Caminamos hasta donde esta Zora.

<< Zora Cooper>>

Entre la multitud veo llegar a Meg tomado del brazo de un hombre joven de unos 1.78 m. de rostro ovalado y ojos azules griseases. Su cabello es castaño y rebelde. Posee unos labios finos y sin cuervas pero carnosos. Una nariz respiga. Es flaco, pero no tan delgado, ni con tan musculo.

– Permíteme presentarme, Soy Killian White, hermano menor de Christopher y tú debes de la nueva chica de mi hermano. – me dice con su voz rasposo.

– Sí, Soy Zora Cooper. – me presento. Miro a Meg.

– Veo que ya conoces a mi mujer.

– Si, ya no conocemos. – sonrió y enseguida Meg devuelve la sonrisa.

– Bienvenida a la fiesta, Señorita Cooper. – me dice amablemente.