<<Zora Cooper >>
Aterrizamos en el aeropuerto, pero no sé de donde. En cuanto bajo del avión una suave lluvia nos da la bienvenida, aun no sé dónde nos encontramos, hasta que esa que veo esa torre característica y entonces me doy cuenta que estás en Seattle.
– ¡Vamos camina! – me ordena Christopher cuando me quedo ahí parada en el medio de la pista admirando la lluvia.
Albert nos da unos paraguas y caminamos hasta un auto que nos espera ahí. Subo y el chofer enseguida conduce. Miro por la ventana la ciudad sin decir nada.
Minutos después llegamos a un hotel de cinco estrellas en donde estacionamos. Me hace bajar y veo que pide una habitación. La recepcionista asiente y me doy cuenta de que ya tiene una reservación hecha.
– Señor White, la señora Ivanov la espera en la suite. – Chris asiente y no dice nada. Me hace caminar a su lado.
A continuación tomos el ascensor y buscamos la suite. Pasa la tarjeta y entramos. Ahí en la sala de estar, sentada en uno de los sillones blancos que hay, está señora de unos 40 años de cabello rojizo lacio de facciones delicadas y rostro ovalado., vestida con traje blanco. Le sonríe a Christopher.
– Ivanov, ella es Zora Cooper quiero que la asesores y le compres un buen vestido para esta noche. – le ordena. Ivanov asiente y me mira de arriba abajo.
Observo como Christopher deja la habitación y abre una puerta.
– ¿puedo saber qué haces con Christopher y porque él quiere que te asesore?
Frunce el ceño, no comprendo su pregunta.
– Discúlpeme, pero usted es asesora de ¿qué?
– De imagen, niña. Por años he asesorado al señor White, y nunca me ha tocado asesorar a una de sus sumisas.
– ¿sumisas? – pregunto incrédula.
– Sí, ¿no es lo que eres? – frunzo el ceño y niego con la cabeza. – niña, ¿estas al tanto de lo que es Christopher? – me pregunta ahora.
– Sí, creo que sí.
– Pero no tienes idea sobre las sumisas.
– No.
– ¿sabes en donde estas metida?
– Sí, claro que lo sé, se qué.... – me detengo porque no sé qué tanto sabe de Christopher. – ¿y usted que tanto sabe? – pregunto.
Ivanov mira con una expresión ávida.
– Sé sobre todas sus actividades. Se todo lo que hace y me pareces que te has topado con el chico incorrecto.
– Sí, creo que sí. – digo con una sonrisa.
Me mira sorprendida por mi respuesta, creo que eso lo digo todo. Por lo que dejo de mírame como si fuera ingenua.
Salíamos del hotel. Ahí afuera un auto nos espera. Ivanov le dice la dirección al chofer.
Nos detenemos un una tienda de Ropa que tiene un nombre muy conocido "Ivanney White" y me pregunto si será algún familiar de Christopher. La tienda está llena de ropa, carteras, zapatos de tacón, accesorios y perfumes. Me quedo mirado todo lo que hay mi alrededor con asombro.
– Es la tienda exclusiva de la familia White. – me dice como si me leyera el pensamiento. – Ivanney era la madre de Christopher. – añade.
– Ivanov y.... – inquiere una chica de cabello castaño corto hasta los hombros de traje negro. Supongo que es una de las vendedoras. Se detiene y me mira de arriba abajo. – ¿puedo ayudarlas? – pregunta.
– Si queremos unos vestidos elegantes. – responde.
– Si, siga me. Les mostrare los vestidos
Sin embargo yo sigo en la mía, mirando la ropa que hay en los recibidores. Sin prestar mucha atención a las sugerencias de Ivanov y la chica castaña.<< Me encantan las tiendas de ropa, porque siempre huelen bien y es como entrar al mundo de las chicas>>; pienso. <<Adoro el aroma a ropa nueva>>; digo en mi fueron interno sonriendo y como una niña recorro toda la tienda. Pero enseguida Ivanov llama mi atención. Me muestra un vestido violeta, con flecos, no está mal, pero no es mi estilo. Aprieto los labios e inclino la cabeza. Ivanov me mira extraña por mi expresión de sagrado creo que nunca nadie la contradijo, y de aseguro creyó que no se de moda.
– Mira, no te ofendas, pero haremos esto a mi modo – digo. Tanto Ivanov como la chica castaña me miran como si hubiera dicho una palabrota. Enseguida busco un vestido y digo. – este vestido. – le muestro un vestido negro con brillos de corte princesa, largo hasta al piso. Enarco una ceja y sonrió. – ¿Qué te parece?
– ¿Estás conforme con tu elección? – me pregunta
– Si, muy segura. – respondo. – tal vez pueda ponerle una gargantilla. –añado con la intensión de que me un consejo. Me mira con una expresión ávida que no sé si es de sorpresa o desaprobación.
– Sí, es perfecto y no te aconsejo usar una gargantilla , el vestido es demasiado llamativo. Te quedará mejor sin ningún collar. Pero puedes usar alguna pulsera o anillo.
Sonrió con su confirmación y me pruebo el vestido. Me queda muy bien. Resalta mi figura y creo que a Christopher le va justar tanto como a mí. Luego elijo los zapatos de tacos que son negros y de brillos. Después elijo un anillo de alpaca con piedra ónix. Eso completa el vestuario.
– Creo que es todo. – me dice Ivanov. Pagando con una tarjeta dorada que identificó como American express.
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Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅
Teen FictionElla una problemática Él un asesino Una atracción peligrosa como obsesiva ¿Te atreves a jugar? Obra registrada en Safe Creative. Código: 2401246754869 QUEDA PROHIBIDA SU DISTRIBUCIÓN TOTAL O PARCIAL POR CUALQUIER MEDIO DIGITAL O IMPRESO SIN PERM...