Vania Russo & Hayden Stronhgon

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— Hey, Zora. – me detiene Vi.

— ¿Sí?

— Te gustaría, cenar conmigo tal vez. Es que no... – titubea. – no soy de aquí bueno soy de Brooklyn. Y me quedare unos días y no conozco a nadie. – asiento.

— Sí, claro. – digo con una sonrisa. En eso veo pasar a Lynn y la invita también.

Vamos un restaurante que conozco. Pedimos nuestra cena.

— Saben nunca he tenido amigas. De hecho soy como un bicho raro. – comenta Vi.

— Yo me siento igual. Nunca he tenido amigas, nunca he salido así con amigas. – digo.

— Ni yo. – responde Lynn.

Las tres nos empezamos reír por eso, <<somos unas marginales>>; pienso.

— Creo que es por eso que entramos esta sociedad.

— Sí, porque somos raras. – digo riendo. – ¿y qué haces ademas de...? – me tengo porque no sé qué clase de jugador es.

— Ademas de ser la sumisa de Hayden Stronhgon.

— ¡Espera! ¿eres la sumisa de Hayden Stronhgon? – pregunta Lynn mientras yo me pregunto quién es él.

— Sí. – responde con una sonrisa.

— No puede ser, oh por dios. ¡Es increíble! Lo amo, es decir. Canta como los dioses, y es súper guapo. – exclama Lynn. – adoro Golden Dark. – y en eso es cuando me acuerdo que es la banda de Sawyer Van de Kamp. No sabía que él también es parte de ellos. Y es porque solo vi a él y solo conocía una cancion de esa banda de rock.

— Sí, son muy buenos. – coincide. – De hecho yo de conocía su banda. Pero desde que me lo hizo oír, me convertido una gran fan, adora su música. –añade Vi con una sonrisa. – soy pintura y fotógrafa. Tengo mi propia galería de arte en Brooklyn. – añade.

— ¡Wow, eres entonces toda una artista! – exclamo. Asiente con orgulloso. – ¿por casualidad conoces a Olivianne Van de Kamp? – pregunto.

— No, no he tenido el placer de conocerla. Pero sé que es la esposa de Sawyer.

— Sí. Es mi amiga. Creo que se llevarían bien.

Lynn y Vi me miran con una sonrisa. Ambas asienten.

— Tal vez algún día deberíamos de juntarnos. – dice Vi.

— Si, dalo por hecho.

Comenzamos hablar de cosas variadas y resulta que las tres tenemos muchas cosas en común. Estar con ellas es como entrar en el mundo de las chicas, no es que no conozca el mundo de las chicas, lo conozco, pero nunca me sentí parte de él, y es porque desentonaba mucho con el resto de las chicas o tal vez no pensaban como yo. Nunca amigas verdaderas, nunca considere a nadie como amigas o amigos, hasta ahora.

Nos reímos y nos contamos anécdotas una a la otra. Vi nos contó sobre Hayden quien es arquitecto y empresario. Ademas de tener una banda de rock pesado como lo llama Vi. Conocido con ella porque su música tiene sonidos muy fuertes.

De pronto veo entrar a dos personas que se me hacen conocidas que se acerca a nosotras. Uno de ellos es Christopher White y el otro es un joven de cabello negro desprolijo y rebelde. De rostro rodeado, pero con facciones rectangulares y bien marcadas. Posee unos ojos cafés claros. Es alto y musculo. Lleva un traje azul marino ajustado y puesto que tiene abdominales bien marcados. <<Es apuesto y sabe cómo usar a su favor; pienso mientras camina con seria hacia nosotras. Él debe ser Hayden Stronhgon.

— ¿Vi, que haces aquí? sabes que no puedes salir sin avisarme. –la reta frunciendo el ceño.

— Zora, vamos. – me dice cortante Christopher.

— Estaba con mis nuevas amigas. Te mande un WhatsApp avistaste. – responde vi con naturalidad.

— No me importa, deberías de estar en casa ya. – dice Hayden con el ceño más fruncido. Acto seguido agarra a Vi del abrazo. La hace levantarse.

— Adiós, las veré después. – dice Vi cuando Hayden se la lleva en contra de su voluntad. <<Si es que se puede decir así. >>

— Camina, Zora. Nos vamos. – dice de mala gana Christopher. Asiento y me despido de Lynn.

— Y tu quédate, Harper. Vendrá por ti. – le avisa Christopher ante de irnos. Lynn larga un suspiro de frustración como si escuchar eso le molestara.

En cuanto salgo veo como Vi entrar al auto de Hayden, desde lejos se despedida de mi con una mueca, y yo le devuelvo el saludo de la misma forma.

— ¿Cómo me encontraste?

— Te vi salir y te seguí. – responde. – luego reconocí a Vania y decide llamar a mi buen amigo Hayden que por cierto estaba preocupada porque su sumisa no llego. – me responde con mala gana como si yo fuera la culpable de eso.

— Necesito amigas, Christopher. – respondo con exigencia. –Quiero tener amigas. – exijo.

— No, me importa lo que quieras. No puedes hacer lo que quieras. No sin mí permiso.

— No permitiré que me digas que hacer o no. –digo con firmeza. En eso el rostro se le crispa. –solo permitiré que controles, y me digas que hacer cuando soy tu sumisa, pero cuando no estoy contigo no permitiré que controlas mi vida, ni me digas que hacer. te quedo claro. – sentencio.

Christopher me mira aún más con seriedad, creo que no esperaba que le dijera eso. De hecho creo que nunca antes le digo algo así. Eso lo tomo desprevenido. Inclina la cabeza con frustración y me mira con el ceño fruncido.

— Realmente debo de estar mi loco, como para acceder esto. – murmura con un hilo de voz.

Sonrío con mi simpática sonrisa furiosa.

Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora