Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅

Nuevo trabajo

Me levanto con el sonido de la alarma de mi celular, es imposible ignórala y aunque quiera seguir durmiendo, no puedo porque hoy es mi primer día de mi nuevo trabajo. No sé bien a qué hora tengo que estar ya que Arian digo <<mañana por la mañana>>. No dijo la hora, así que por las dudas estaré temprano.

Me visto rápidamente. Me pongo un jean y una remara negra sin magas. Por ultimo me coloco las converse y bajo desayunar.

Ahí en la mesa ya está Christopher, y me pregunto porque es tan madrugador. No conoce la palabra <<remolonear>>.

— Buenos días, Cooper. – me saluda Christopher que penas levanta la cabeza de su tablet.

— Buenos días. – repito.

En cuento me siento en una de las sillas Albert se retira. Minutos después vuelve con mi desayuno. Le agradezco.

Rápidamente comienzo a devorar mi desayuno. No quiero perder mucho tiempo. Quiero llegar bien por primera vez al trabajar. Debo dar una buena primera impresión. Esta vez seré más responsable. Es momento de que lo teme en serio, porque no todos los días tiene oportunidades laborables y más cuando has dejado así porque si un trabajo.

Una vez que termine mi desayuno me levanto rápidamente de la mesa y me despido de Christopher con un simple <<adiós>>. Él levanta el brazo y apenas mueve su mano como signo de despedida. <<Frío como siempre>>; pienso mientras salgo del penhouse.

Camino unas cuadras esta la parada de autobús, ya que es algo lejos y no puedo ir caminado. Llego a la parada de autobús. Espero aproximadamente unos minutos y subo al autobús. Otros minutos después llego a Dark Night.

Entro y me encuentro con que ahora es un  lugar totalmente diferente de lo que era anoche. Parece y es  otro lugar totalmente diferente. Esta luce menos sombrío, de hecho se puede apreciar que la barra/mostrador que es  de madera. Lo que era pista de baile ahora hay mesas y sillas de madera.

— ¡Zora has llegado justo a tiempo! – exclama una vez que reconocí enseguida.

— Sí, es que no me has dicho a qué hora y bueno.... –corto. – aquí estoy. – concluyo.

— Sé que no te dije bien el horario, pero supuse que vendrías temprano. – asiento.

— Te mostrare el lugar y te presentare al resto de los empleados. – me dice.

Me da una recorrida. Me muestra en donde está el sótano que se usa como almacenamiento de alimentos y bebidas. También me muestra que hay un gimnasio que no he visto antes. Pasamos por la sala descanso de las bailarinas eróticas, los sectores VIP. Luego me muestra las cocinas y ahí veo al chef a cargo es hombro corpulento, alto y de pelo canoso. De rostro redondeado con facciones muy duras y marcadas.

— Te dije miles de veces, que la presentación es lo que hace que un plato se luzca y se vea apetitoso. Esto es una porquería, este plato no me dice nada, es más es incomible. – protesta elevando la voz

Arian se clara la voz.

— Manson, ella es  Zora y trabajara aquí como camarera. – me presenta.

— Hola. – me estrecha la mano. – no suelo ser tan gritón, pero a veces. – dice elevando la voz y mira a la chica castaña que está ahí preparado un plato que no sé qué es. Le laza una mirada asesina. – ellos sacan lo peor de mí. – vuelve a mirarme a la chica. Asiento.

— Bueno, Manson te dejamos. – corta Arian. – Debo seguir prestándole a los empleados.

Salimos de la cocina y me presenta a más personas que trabajan ahí, no sé porque necesita tantas personas. Me dicen sus nombres, pero al instante se me olvida sus nombre, son muchas personas, me tomara mucho tiempo recordad sus nombres.

Después de las presentaciones, Arian me da un delantal que es como una pollera. Es de color rojo.

Me la ato a la cintura y me pongo hacer mi trabajo que básicamente consiste en atender a las personas. Tomar su pedido y llevar la comida. Nada del otro mundo.

Estoy todo el día así atendiendo a los clientes y llevando ordenas a las mesas.

Al llegar la tarde ya no hay mucha gente, pero aun así tengo trabajo porque tengo que limpiar mesas, y ordenas sillas. Ademas aún hay gente que aún no se van, son las que están en el gimnasio. Estos piden agua fría por lo que no ocupan mesas, aunque hay algún que otro que se sienta unas mesas y se queda ahí tomar algo y charlar.

Limpio las mesas que se van desocupando y ordeno un poco el lugar. En eso escucho un grito que proviene del sótano. Enseguida me dirigió al sótano. Ahí veo a un Manson cubierto de sangre.  Visualizo un cuerpo en   el suelo. Es una chica y parece estar muerta. Reconozco a la  chica,  como la castaña que era la asistente de cocina de Manson, la misma que esta mañana regaño Manson por la presentación del plato. Cuando me acerca más a la escena veo que no es el único cuerpo que  hay, sino que también hay otro cadáver, es de un hombre.

Miro la escena con una expresión ávida.