¡Hola Roma!

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Mayra sigue ahí petrificada, mientras que yo sonrió, al ver Joaquín. Me alegro verlo.

- ¡Estas viva! - verifica.

- Eso parece. - miro de re ojo a Mayra. - al parecer le comiste la boca. - comento con voz burlona.

- Le sucede a menudo cada vez que me ve. ¿No? - mueve ligeramente la cabeza mostrando una sonrisa

- ¿Qué haces aquí?

- Enserio vas preguntar eso, cuando sabes la respuesta.

- ¿Y qué quieres que diga?

- No lo sé. Podrías empezar, por decir ¡Hola, Joaquín! ¿cómo has estado? a paso tiempo - replica. - y yo te diría Hola, Roma ¿cómo has estado? ¿cómo está mi hijo?

Los observo. Entre ellos se creó una tensión que rodeo toda la habitación.

- Queras decir mi hijo.

- Nuestro hijo. Es tanto mío como tuyo.

Frunze los labios y una vena se le empieza notar en la frente a Mayra. Al parecer no suelen llevarse muy bien; pienso. Mayra sacude la cabeza con desagrada.

- Francisco, está bien. - contentas secamente

- Zion, se llama Zion. - la corrige Joaquín.

- Yo le digo Francisco y se llama así. - sentencia.

- ¿Desde cuándo?

- Desde siempre. Nadie te pidió que le pongas ese nombre a mi hijo.

- Se lo puse porque tú estabas inconsciente y era el responsable de él

Jadeo con una risita

- Nadie te pedio eso. A ti nunca te importa él. -eleva la voz. -¡Y jamás lo veras!

- Tengo derecho a verlo, es mi hijo. Aun que tú lo niegues. - Joaquín parece querer golpearlo y no lo culpo, pienso que Mayra es algo irritable.

- ¡No! Dejaste de tener ese derecho el día que me golpeaste y mandaste al hospital. Luego de llamarme zorra. << me retracto. He opinado de más>>

- ¡Porque tu habías acostado, Ramsés! - grita Joaquín

- ¡Y tu habías acostado con la prostituta de Britanny o Sofía como mierda se llame! - chilla.

Siguen discutiendo sobre su hijo y otras cosas más sin sentido. No paraban de gritarse ni un segundo. Se están sacando todos esos trapitos al sol. Entre insultos e insultos capto:

- Zion, es mi hijo y tengo derecho a verlo y vas.... - se detiene cuando Dominic abre la puerta.

- ¿De qué me perdí? - indaga mirándolo a los dos.

- De nada. Está delirando, creo que se pasó de drogas. - responde rápidamente Mayra.

Y cuando pensé que no podría ser peor el clima, Dominic lo hizo aún más tenso. Me sentí incomoda por un momento.

- Que no te conto que no...- Mayra lo interrumpe

- ¡No, cierra la boca! - lo calla.

- ¿Qué me tienes que contar? - pregunta Dominic

- Nada, él solo busca molestarte.

Joaquín pone una sonrisa de malicia. Asiente con la cabeza.

- Cierto. - admite. - solo quería saber cómo anda Francisco, hace mucho que no veo hace chiquito y tengo entendido que tú sí.

- Si. - emitió confundido. - no entiendo, ¿qué pasa con tu hermano? ¿porque pregunta por él?

Mayra larga una risita.

- No lo sé. A veces es tan extraño. - vuelve a reír. - creo que es porque consume mucha droga. - recalca otra vez con voz burlona.

Joaquín jadea y niega con la cabeza.

Y ese momento pienso que estamos perdiendo tiempo al estar acá y si efectivamente sí.

- Hay que salir. - interrumpo.

- Ustedes deben de salir, yo... - no lo dejo hablar.

- Creo que eso ya no es discutible, por si no te has dado cuanta, te necesitamos. - objeto. - yo te necesito. Al parecer no soy una buena Mariscal de campo y tu pareces el único capacitado para esto. - agrego.

Joaquín me mira como si hubiera dicho cualquier cosa y Mayra me mira como si le hubiera dado un beso a Joaquín frente a sus ojos. Nos fulmina con la mirada con su ceño fruncido. Creo que está punto de matarme ahí mismo.

- ¿No conoces las reglas muy bien, cierto?

- No, al parecer no. Pero que importa eso, cuando ella cambio todas las reglas. - replico con una sonrisa. - te necesito. - suplico.

Sonríe y asiente. Tengo que admitirlo me cae muy bien Joaquín y si esta amistad que quizás tenga con él molesta a Mayra, << bueno lo usara para molestarla y divertirme un poco>>. Le vuelvo la sonrisa.

No hace falta aclarar que otra vez esa tensión siguió mientras avanzamos por los pasillos.

Miramos para todos lados y por un momento pensé en buscar a Christopher. Me replantee si debía explorar esas puertas.

Me detengo en una puerta y suspiro. Cierro los ojos por unos segundos. << no es momento Zorra>>; me digo para mis adentros.

Caminamos y de repente nos detenemos en seco cuando alguien le apunto a en la cabeza Mayra.

- ¡Ni un paso más, o la mato! - amenaza el enmascarado. Los tres lo miramos fijamente - ¡¡Game over!! - Exclama riendo.




Juego de asesinos: Quiero ser tu nueva obsesión © + 18| Libro 1 |✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora