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El tiempo en la carcel para Martillo ya se había vuelto costumbre, perdía la noción del tiempo y los días se volvian rutina.

Joe lo visitaba para darle informes del barrio y de su hijo, Marcus quién no había podido ver desde que entro ahí, lo que volvía más preocupante su vienestar, ya que nadie más que Kray y el se preocupaban por el.

Estaba en el patio con algunos nuevos amigos, con los cuales compartían un cigarro, mientras ellos hablaban de sus mujeres que los visitaban y los esperaban afuera.

— Y tu Martillo ¿hay alguna mujer que te venga a ver?— pregunta uno.

Martillo da una jalada a su cigarro, negando con la cabeza y una expresión sería, botando el humo antes de contestar

— No tengo a nadie.

— Pero dijiste que tenías un hijo.

— Si, la muy zorra parió y lo dejo para irse con otro sujeto, el cual tenía su palido trasero en un traje hecho a la medida— comenta aún con cierto resentimiento— solo tengo a mi hijo.

— ¿Y que hay de la mujer por la cual llegaste aquí?

— No quiero perder a alguien que estimo solo por un acoston.

— Entonces es una mujer importante.

— Es la más importante después de que se fue mi madre...

— ¿O sera que ella te rechazo?— pregunta otro de manera burlona.

— Bueno, si el que me diga hermano es un rechazo, pues si, me rechazo varías veces— contesta riendo.

Aquella respuesta hizo que todos gritaran y se rieran de el. Risas que se detuvieron rápidamente al notar la presencia de un guardia.

— Beckett, tienes visitas...

Martillo da lo que quedaba de cigarrillo a un compañero y camina junto con el guardia hasta la sala de vistas común. Al notar que ya estaban pasando a la salas privadas, queda mirando extraño.

— ¿Qué ocurre aquí?— pregunta con seriedad— La sala de visitas esta allá.

— Quién viene a visitarlo pidió máxima seguridad para la visita.

— ¿Por que?

— Sólo sigo instrucciones.

Caminan hasta la última sala, abriendo la puerta y dejando ver a un hombre de traje, sentado esperando por su llegada. Martillo al no reconocerlo, se queda mirando al guardia.

— No conozco a este sujetó.

— No es mi problema, pero me tengo que asegurar que entre a la habitación...

Aún desconfiado, ve como el sujeto que esta sentado frente a el, lo mira de manera de parecerle divertida su expresión, tal vez por el miedo de que al entrar cayera muerto.

— ¿Te enviaron a matar hormigas?— pregunta Martillo al sujeto que estaba sentado.

— Vengo como cuervo, como dicen ustedes los animalitos— contesta sonriente.

Al notar que sabia un poco de los nombrados de Jungla, entra sin perder la desconfianza, viendo de igual manera de como cerraban la puerta a sus espaldas. El hombre hace una señal, pidiéndole que tomara asiento para poder hablar.

— ¿Quien carajos eres tu?

— Trabajo para alguien que tu conociste hace unos años...— contesta sonriente— y vengo a pedir cierta información.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora