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Las puertas eran abiertas, dándole paso a Zane, a la sala privada de visitas de la prisión. A simple vista al entrar, esta parecía encontrarse vacía, sin la presencia de la persona a quién iba a ver.

Al mismo tiempo que la puerta era cerrada, alguien lo toma de la cabeza guiando la hasta la mesa, impactando lo fuertemente con ella.

— ¿Que pasó Zane?, ¿Por qué no te he visto por aquí, dando tu maldito reporte?— pregunta su jefe pateando a Zane, quién se encontraba en el suelo— ¿O creíste que no sabría la cagada que te mandaste en ese puerto?

— Señor, dejeme explicarle...— contesta Walter de rodillas en el suelo— El plan no salió como se esperaba...

El hombre pasa su mano por su rostro, mordiendo su labio y bajando a la altura de Zane, tomándolo del cuello obligándolo a que lo mirara.

— Lastimaste a Kray. Hiciste exactamente lo que te ordene que no hicieras— le recuerda, dandose por enterado de lo que había hecho varios días atrás, en el puerto— Te recuerdo, que la única persona que puede lastimar y matar a Kray, soy yo.

Le da otro golpe en el rostro con más fuerza que la primera vez, soltando todo su enojo contra el— ¡Gusano insignificante!— grita dándole otro golpe para luego hacer su cabello hacía atrás, peinandose con sus manos.— Ahora dime ¿Dónde esta?

— Después de la explosiones, desapareció de todos lados...— responde, poniéndose de pie con dificultad— Atraparon a uno de los líderes de la Jungla y con ella fuera también, todo el barrio se está desmoronando. Lo más probable es que traigan a Martillo aquí.

— Se volvió a esconder como las ratas. Una asquerosa rata que no tiene lo necesario para llamarse Leona...

— Uno de nuestros hombres escuchó que Martillo, le dijo al detective que ya no le convenía buscarla, que tenía datos contra el que podrían hundirlo...

— ¿Que sería eso?

— La carpeta que le quite al doctorcito eran exámenes de Kray, donde decía que había sido violada.

El hombre al escuchar eso voltea a ver a Zane con seriedad y se acerca a él para golpearlo nuevamente en su rostro mostrando el enojo que sentía hacía el— Mira como te guardas las cosas que deberías de decirme ¡a mi!— grita enojado— ¡Todo lo que tenga que ver con Kray, me lo tienes que decir! ¡Todo!

— No creí que fuera relevante...

— ¿El detective tuvo que ver en ello?

— No lo se. Supongo que si, pero habían dos tipos de adn lo que tal vez significa que no fue solo el.

Aprieta su mandíbula, apretando sus puños en la ropa de Zane y tratando de calmarse para pensar que hacer, ahora que su enojo no solo iba dirigido a Kray y sus emociones se encontraban dispersas por tener que agragar nuevos planes.

El que le haya dicho que Kray había sido volada le había nublado la mente, ahora sentía más furia y no sabía con exactitud a quién dirigirla, asique decidió por desquitarse con el empleado que tenía bajo sus manos.

— Quiero que te encargues de eso y que busques a Kray. No quiero que se ande escondiendo como las ratas.

— ¿Que desea que haga Señor?

Parecía que no estaba entendiendo las indicaciones y no sabía si en verdad era un idiota o fingía serlo para fastidiar lo más de lo que ya estaba. Aprieta mas sus puños contra la ropa de Zane y trata de controlarse para no romperle la cabeza ahí mismo.

— Quiero que hagas arder todo a su alrededor— contesta mirando hacia la nada— destroza lo todo... — y sus ojos parecían tener llamas por la impotencia de no poder hacerlo el mismo.— Hazlo, de manera que parezca ella la culpable, si esta en prisión será más fácil de tenerla a la vista.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora