71

20 0 3
                                    

Las once con cincuenta y ocho minutos, los pasillos estaban desolados, con solo un gendarmen que notoriamente era su última vuelta.

No se escuchaba ningún ruido, más que el silvar del guardia y el jugar de sus llaves mientras que Chita y Kray, se encontraban en su celda esperando el momento.

— Que no te atrapen ni te alcancen...— susurra Chita en lo bajo, tomando las manos de Kray.

— Que no te atrapen ni te alcancen...— contesta Kray dandole un beso en las manos.

Se detiene un momento a ver la Chita, la luz del patio, que entraba por la ventana le daba la luz suficiente para verla a los ojos, no sabía con exactitud lo que sentía en tan poco tiempo por ella y tampoco sabía como podía sentir más cosas de las que creía sentir por Aarón en tan poco tiempo.

Desde el primer día había nacido esa atracción, la cual no había sucedido con Jones y no sabía si eso le molestaba o le gustaba.

Tal vez la circunstancias de la vida y la misma prisión hizo que los sentimientos, fueran diferentes.

— No quiero perderte...— susurra Kray a lo cual Chita la mira con emoción en sus ojos.

— No me perderás...— contesta ella— Estaré a tu lado en todo momento.

No sabía si lo que decía era verdad, ni siquiera sabía si era a Chita a quién se lo decía, pero si estaba segura de que tenía que decirlo antes de que fuera tarde, así como sucedió con Aarón.

Al pasar las doces con un minuto, las puertas se abren dejando libre a las reclusas, los pasillos tenían poca luz, lo cual lo volvía algo aterrador.

Ambas salen de su celda, con cuchillas en mano, viendo como al final del pasillo aparecía Blaz con sus brazos extendidos.

— ¡El pago no se hizo¡— grita con una sonrisa en sus labios— ahora quiero lo que por ley es mío.

Las demás reclusas salen corriendo de sus celdas a pelear con las reclusas que estaban del lado de Blaz. Una gran pelea se formó en medio del pasillo, entre Blaz y Chita, en la cual habían golpes y puñaladas.

Juntas comienzan a caminar entre las reclusas, apuñalado y golpeando a unas cuántas, al mismo tiempo que Blaz, se acercaba a ellas.

Kray es tomada del cabello por parte de una reclusa y es arrastrada por el suelo, mientras que veía como Chita y Blaz estaban más cerca entre si. Toma la muñeca de la reclusa para tratar de soltar su agarre y arrastré.

Con un tirón hacía arriba, la pone de rodilla para mirarla a la cara con una sonrisa maliciosa, al mismo tiempo que le pisaba la mano en la cual tenía su cuchilla.

— Veamos como te queda el rostro de perra arrastrada cuando te la corte— dice la reclusa pasando su navaja por su mejilla.

Kray con la mano con la cual se apoyaba, lleva su puño a la entrepierna de la reclusa, golpeando la con fuerza. Esta cae al suelo al igual que Kray, ella toma su cuchilla, volteado y poniéndose de pie para apuñalar su entrepierna.

— Veamos como orinas con la vagina cortada— le dice para luego ponerse de pie.

Entre todo ese altercado, a lo lejos ve como Chita peleaba por que Blaz, no le enterrara el cuchillo que tenía a la altura de su garganta, al mismo tiempo que las alarmas sonaban y los guardias salían, ese era su único momento para deshacerse de ella.

Entre medio de las reclusas, corre en su dirección apuñalado a unas cuantas que estaban ennsu camino, hasta llegar donde ellas, tirándose encima de Blaz.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora