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El jefe entra nuevamente al edificio con un aire de molestia y frustración, camina por el lugar, se sienta en su silla echándose levemente hacia atrás recargando todo el estrés y cansancio en ella.

El teniente, jefe o detective como le solía llamar Kray, un hombre que se acercaba a los treinta años, alto, con una leve barba de unos cuantos días, pelo oscuro y piel clara. Un hombre solitario y serio. Obsesionado con su trabajo y en especial con atrapar a Kray.

Sentía impotencia por no poder con una maldita niña, sentía desesperación por querer tener pruebas para encerrarla, sobre todo que estaba a poco tiempo de ser mayor de edad, pero necesitaba una prueba concreta para poder hacerlo.

Sabía que mientras más tiempo pasara, más posibilidades serían las que fuera un problema más grande con los años; una chica que venía tratando de atrapar incluso antes de convertirse en jefe.

Pero Kray era astuta, tanto que le comía la mente por las noches y es que, ¿¡como alguien tan joven como ella podía ser tan inteligente!?, ¿Que tenía de especial?, ¿Que era lo que la hacía más lista que el?

Sus pensamientos, fueron interrumpidos por la presencia de Marco o como decía Kray, "aullador" quien se acercaba a él para hacer lo que mejor sabía hacer.

— ¿Que sucede Marco? — se sentía molesto con su presencia.

—  Solo quería venir a pedir disculpas teniente, no hice un buen trabajo el día de hoy...

— Marco no me vengas a pedir disculpas a mi, lo que hiciste fue inapropiado—indica refiriéndose a la forma en la cual había arrestado a Kray— esa no es la manera y lo sabes, Kevin me lo contó todo...

— Lo sé señor, es solo que esa chica me saca de mis casillas— responde apretando sus manos para contener el enojo de tan solo imaginar el rostro de Kray.

— Las excusas solo agravan tu falta—contesta anotando un par de cosas para luego levantar la mirada y verlo seriamente— con ese comportamiento le estás dando el beneficio de no poder hacer nada con respecto a ella— apoya sus brazos en la mesa, mientras que Marcus lo observaba— vuelves hacer algo parecido y te tendré que suspender, sabes que no saldrás limpio si la tocas de esa manera.

— ¿¡Acaso ahora hay privilegios para los delincuentes!? — pregunta Marco con coraje.

El solo levanta la mirada serio y Marco se calla rápidamente al notar que le había levantado la voz al jefe— Abusas de tu poder, y eso es algo no lo permitiré— le advierte el detective.

— Pero señor...

—bSolo haz bien tu trabajo— interrumpe ya fastidiado— no quiero tener que suspenderte.

— Señor...

– Buena noche, Marco— explama dando como fin de la conversación.

Marco con mucho enojo solo le dice buena noche, retirándose de ahí para salir molesto y encontrando injusta la situación— Maldita mocosa— es lo único que pensaba llenándose aún más de rencor.

El detective se quedó mirando como se marchaba, mientras pensaba en las palabras de Kray

"no deberías aguantar esta clase de errores de tus perros pulgosos"

de cierta manera ella tenía razón, el dejar pasar muchas faltas no era aceptable, se volverían más faltas y no estaría haciendo bien su trabajo.

Disgustado, guarda sus cosas, se pone su chaqueta y camina hasta la salida—Buena noche, Esteban— se despide del oficial que estaba en recepción.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora