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Lo poco y nada lo que le había contado Doris a Jones, no lo ayudaba a saber que era lo que pasaba, ella no sabía más de lo que había escuchado en la cena y lo que había visto.

Por lo cual Joe, al llegar a casa y encontrarse a un muchacho confundido, una Doris preocupada y una Kray ausente, dedujo rápidamente que se la habían llevado.

— Joe unos homb...

— Si ya lo se—interrumpe mostrando una cara de disgusto— ¿y tu quien eres?

— A-Ah soy amigo de Astrid— se siente un poco incómodo al ver que Joe, lo observaba tan serio.

— ¿Amigo?— eso no lo había convencido mucho ya que Kray, a su parecer no era de tener muchos amigos— ¿te dijo algo antes de irse?

— Qué no dijera nada a nadie...

— Y ahora yo te lo repito.

— No es necesario hacerlo, no diré nada— asegura firmemente— pero me gustaría saber porque se la llevaron.

— Se la llevaron porque a la pequeña Kray, se le ocurrió golpear a alguien que no debía en un lugar inapropiado—responde molesto.

— ¿A quién golpeó?

— ¡Demonios haces más preguntas que esa chica!

Al parecer Kray, era igual de curiosa que el, lo cual le agradaba saber que tenían una cosa en común.

— ¿Cuanto tiempo estará dentro?

— Dos semanas.

— Bueno eso no es tan malo, dos semanas no es mucho— comenta un poco más aliviado— ¿puedo ir a verla?

— Hablaré con en alcaide para que puedas ir después de las clases—responde viéndolo un momento— si sabes que...

— ¿Kray es una chica de mala influencia?— pregunta haciendoce una idea de lo que diría— si lo se, pero eso no es motivo para apartarme de ella.

— ¿Que clases de intenciones tienes con Astrid?— pregunta Joe, fulminandolo con la mirada— porque si tus intenciones son...

— Cuando veo los ojos de Astrid, por más que quiera ella ocultarlo, veo tristeza y soledad— interrumpe nuevamente— me gustaría reemplazar eso con algo más...

— Aún así, ten cuidado, Astrid es una mujer muy impulsiva cuando está enojada, se ciega por ello y se vuelve...—se detiene un momento buscando la palabra adecuada— se vuelve otra persona.

— ¿Usted es su padre?— pregunta curioso al notar que la conocía bien.

— No...pero la conosco bien.

— ¿Entonces quién eres?...

— Soy su protector.

— Yo he visto que le va bien protegiendo se sola— comenta Jones recordando las veces que las vio pelear.

— Eso es lo que cree ella pero aún que se sepa proteger, aún no está lista para otras cosas.

— ¿Cómo qué?.

– Nada que tú necesites saber...—responde mirándolo serio ante tantas  pregunta— ya vete a tu casa, antes de que el Señor Kray llegue aquí.

Toma sus cosas y sale de la casa para subir a su auto e irse de ahí, tomándose un momento para ver a su alrededor la cantidad de guardias que habían. En la entrada de la casa y en ciertos sectores del jardín.

Enciende su auto, conduciendo lentamente, dándole vuelta a la fuente de agua que había en frente de la casa. Va por el camino, viendo a lo lejos como se abrían las grandes puertas de la entrada dando paso a un auto negro.

Este entra con lentitud topando se con el auto de Jones, se detiene a una lado y Jones ve como el vidrio del asiento trasero baja dejando ver a un hombre en traje, un poco canoso y con una sonrisa maliciosa que mostraba curiosidad.

— Buen día—saluda Ian sin quitar su sonrisa.

— Buen día...— responde con nerviosismo.

— ¿Quién eres y que haces en mi casa?

— Me llamo Aarón Jones, soy amigo de Astrid... De la escuela.

— Oh así que tu eres el pequeño Jones—amplia más su sonrisa— si, conosco a tu padre, Oliver...

— Deduzco que usted debe ser el señor Kray— dice dándolo por hecho.

— ¿Tu padre te ha hablado de mi?

— No, ni siquiera sabía que se conocían, sólo lo creí...

— Si así es, soy Ian Kray, el tío de Astrid pero puedes decirme señor Kray— su mirada era intimidan te, facciones frías que lo hacían recordar a ella, solo que su sonrisa le parecía algo escalofriante—siento decirte que Kray, estará ausente por unos inconvenientes.

— Prisión, si vi cuando se la llevaron... De hecho me preguntaba si podría ir a visitarla...

— ¿Estas seguro de eso?

— Si, me gustaría verla.

— Hecho, tendrás lo necesario para para verla mañana mismo— responde bajando la mirada un momento— ten, es mi número personal y también está el de Joe, primero llamas a Joe, en caso de cosas urgentes me llamas directamente a mi.

Toma la tarjeta entre sus dedos deteniéndose a verla, una tarjeta de color gris donde aparecía su nombre y el de Joe.

— Uno de mis hombres te pasara a dejar a la escuela lo que necesites para ir a visitarla mañana mismo.

— Gracias Señor Kray— dice despidiéndose con una leve sonrisa.

— Adiós Aarón le mandas saludos a tu padre— le dice sonriente— y antes de que te vayas ten, es para que no tengas tantos inconvenientes al entrar— le pasa una tarjeta que parecía "especial".

Conduce por el largo camino hasta llegar a la entrada donde un guardia lo detiene para hacerle revisión antes de irse.

— ¡Revisión!— el encargado hace una señal circular, ordenando que revisión al auto.— tuvo la suerte de toparse con el señor Kray— comenta el guardia mirándolo.

— Si así es— responde acercando le la tarjeta— hablamos un poco y también me dio esto...

Le muestra la tarjeta al guardia, el cual lo ve y hace una señal a sus hombres para que se detengan con la revisión.

— Es V uno, no es necesario— avisa el guardia para luego entregarle la tarjeta.

— ¿Que es eso de V uno?

— Es el nivel seleccionado para entrar aquí, dependiendo de la frecuencia de los que entran al recinto se le da una tarjeta con el tipo de nivel y dependiendo el nivel, hay ciertos tipos de tratos y protocolos de seguridad.

— ¿Y el V1 cual es?.

— Esa tarjeta es ocupada por la familia, solo tres personas tienen la tarjeta V uno— le termina de explicar— esta es la tarjeta del señor Kray, su pongo que debe de conocerlo bien.

— Mi padre al parecer lo hace—responde levantando los hombros— debe ser amigo de él, señor Jones.

— Oliver Jones— responde el— si se quien es aunque el es sección V2.

— ¿Y eso sería?.

— Son los trabajadores y socios del señor.

Le parecía extraño escuchar eso, nunca había visto a su padre con el señor Kray o escuchar de hablar el siquiera.

— Bueno, que tenga buena tarde joven Jones— se despide finalmente el guardia.

— Gracias, igualmente.

Sale de ahí con el pensamiento aún en su mente, al parecer su padre era un socio antiguo o eso le parecía ser como para ser el primer día que iba a casa de Astrid y ya tener una tarjeta "especial", le parecía extraño pero no podía negar que le gustaba la idea.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora