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Habían pasado días desde que Kray había vuelto a casa, días en los cuales las pasó encerrada en su habitación, no dormía y a penas comía. Se encontraba hundida en sus pensamientos, buscando la manera de hacerlos pagar por lo hecho.

Al mismo tiempo que el odio y la ira comenzaban a carcomerle la cabeza, era tanto incluso el asco, que cuando terminaba de bañarse lo volvía a hacer. Tratando de quitar esa sensación de estar sucia.

"¿Así lo hacías con Jones? Maldita perra"
"Quiero ver como te libras de esta..."

La voz de Derek, daba vueltas en su cabeza, algo que ya no podía soportar más. Con la ira en sus venas, sintiendo que su cabeza explotaria, tira y destruye todo lo que encontró a su paso, con el sentimiento de querer matarlo.

¿Quién se creía él al meterse siquiera con ella?

¿Que le hacía creer que no saldría ileso de todo eso?

Destruyendo todo lo que veían sus ojos, su mirada cae en el regalo de Joe, lo que hizo que su mente se activará a una idea destructiva, que la llamaba a gritos que hiciera. Ve hacía la ventana observando que estaba atardeciendo y la noche pronto a llegar.

Se pone su chaqueta, toma el arma y sale de su habitación. Bajando las escaleras ve que Doris, que al verla se sorprende por lo que llevaba en las manos.

— Señorita Kray...¿Dónde va?

— Nunca preguntes si no quieres saber la respuesta— contesta en seco, pasando por su lado— Pero ya que te interesa y si Ian preguntar. Fui a matar a un bastardo...

Doris cubre su boca del asombro y ve como Kray sale de la casa. Amarra la bazuca a su motocicleta y sale de ahí en dirección a la casa de Derek.

En ese momento en el cual Kray se dirigía a la casa de Derek, Jones la ve salir a toda velocidad, lo cual a él le parecía extraño. Por lo poco que le había comentado Joe de lo que era de ella esos últimos días.

Comienza a conducir en su dirección para seguirla, a una velocidad casi más allá de lo debido, con preocupación de lo que podría estar pasando en la mente de Astrid. Se detiene a unos cuantos metros detrás de ella, esperando a ver que era lo que estaba tramando.

¿Por qué estas en la casa de Derek?— penso Jones.

Al estar frente a la casa, voltea a ver un instante; podía ver perfectamente a Derek desde la ventana del segundo piso de una casa, que no tenía seguridad alguna, lo cual era entregárselo en bandeja a Kray.

Baja de su moto sacandose su casco, desata el arma que llevaba consigo, tomándolo con ambas manos para así llevarlo a su hombro, apuntando justo en dirección de aquella ventana.

— No vemos en el infierno rata asquerosa...

— ¡Astrid no!— grita Jones corriendo para detenerla— ¿¡Que estas haciendo!?

— Estoy ajustando cuentas— contesta sin mirar a Jones— la sangre se paga con sangre, te lo dije...

— ¿De que estas hablando?

— ¡Qué voy hacerlo pagar lo que me hizo ese bastado!— repite entre dientes— voy a matar a este animal de mierda.

— ¡Kray!— le grita levemente Jones mientras tomaba su brazo con delicadeza— Kray, por favor mírame...

Con dificultad de quitar los ojos del tipo que le había dañado de las peores formas, mira a Jones, topandose con unos ojos verdes, llenos de miedo.

Eso causo algo dentro de Astrid, nunca había visto el miedo en los ojos de Aarón y ver que ella causaba esa expresión no le gustó, por alguna extraña razón, no queria que él le temiera, no el.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora