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Al entrar a la sala ve al profesor de lengua que la mira confuso y toda la clase poniendo sus ojos en ella.

— Usted debe ser la señorita Kray— da por hecho el profesor Taylor, al verla de pies a cabeza, vestida de una manera inusual en ese lugar— esta no son horas de llagar, la clase casi acaba.

— Estaba en enfermería— responde mostrando su mano.

— Esta bien, adelante...

Camina por la sala hasta llegar a su puesto mientras la clase continúa— Bien jóvenes como les dije, hoy es la entrega del primer trabajo espero lo hayan terminado y lo hayan hecho bien, por favor sáquenlos para ir recogiendo los.

Carajo...

Ve como el profesor pasa por ciertos asientos y deduce que pudo haber sido un trabajo en grupo, cuando ve que pasa por donde el chico fresa, ve entregar un trabajo.

— Muy bien señor Jones— dice el profesor recibiendo el trabajo— ¿tuvo algún inconveniente?

— No para nada, todo resultó fantástico— contesta el sonriente.

— Muy bien— lo felicita y ve que el profesor pasa por al lado de ella sin pedirle nada.

Voltea a míralo extraña para volver rápidamente a su posición, sin entender muy bien que sucedía, pero sin preocuparse más por el tema.

Al pasar la primera jornada sale casi corriendo, siendo la primera en salir del salón para dirigirse a la cafetería por algo, para terminar de despertar.

— Hola buenas, me da un café negro por favor— pide a la señora mientras saca un poco de dinero.

— Es raro escuchar a que alguien diga por favor o gracias en estos lados— habla una voz a su lado— por lo general solo dan órdenes.

Voltea a ver y se topa con aquel chico fresa de siempre— Si...los mimados no se dan cuentas que no son dioses en la tierra— contesta recibiendo su café y pagar— gracias, el cambio es tuyo.

Camina por la cafetería yendo hasta la última mesa, sintiendo que la seguían con la mirada. Se sienta en una de las sillas y ve como el chico se sienta frente a ella.

— No sabía que tenías tatuajes— dice apuntando a su mano.

— Y eso a ti que te importa— responde fríamente, llevando el café a su boca.

— Quizás te estés ¿preguntando por qué el profesor no te pidió nada?— comenta con una pequeña sonrisa— amm dejame decirte que te hice mi pareja en el trabajo y lo hice por los dos.

— Se te agradece, para la próxima me las arreglo y hago los trabajos sola.

— Es que no podrás...

— ¿Que quieres decir? ¿Te tengo que pedir permiso?— pregunta seria.

— Hay unas inscripciones en las cuales se hacen parejas y grupos— le explica el— y bueno esas inscripciones son para todas las clases, todo el año.

— Espera, ¿me esta queriendo decir que todos los trabajos los voy a tener que hacer contigo?— pregunta acercándose a la mesa, mirándolo con seriedad.

— Si, así es.

— ¿Y quien elige eso?

— Los mismos estudiantes se ponen de acuerdo entre sí.

— Bien, ¿y cuando nos pusimos de acuerdo tu y yo?— pregunta irónica.

— Amm nunca, yo decidí por ambos...—responde un poco inquieto— es que pensé que como ya hemos hablado un poco y no te llevas muy bien con la gran mayoría. Si quedabas sin pareja y grupo quizás te asignarán a uno que no fuera de tu agrado, por último si hay trabajos que no puedas hacer, yo los puedo hacer sin ningún problema y así no se ven afectadas tus notas.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora