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Era tiempo de que Kray saldara su deuda pendiente con su amiga, por lo cual se encontraba comprando unos pequeños regalos para darle a la pequeña hermana de Mary.

Estaba sentada en el comedor de su casa, junto a Aarón, quién la estaba ayudando a envolver alguno de esos regalos.

— Espero a esta enana le guste sus regalos— comenta Kray, mientras terminaba de envolver el último.

— Le van a encantar, te lo aseguro— contesta Aarón sonriendo y acercándose a ella— ¿No quieres que te acompañe? y así nos vamos en mi auto.

— No, por supuesto que no— responde rápidamente— ¿sabes lo que pasaría si llega un auto de ricos a el barrio? Te vuelves una presa fácil para los Mapaches.

— ¿Mapaches?

— Los ladrones.

— Pero estaría contigo— responde tranquilo— al verte...

— Ellos no se toman su tiempo para ver quién va en el auto— lo interrumpe—¿que? ¿crees que ellos llegan te bajan del coche y llegan como gente edudaca diciendo: Hola buenas tardes discúlpeme aquí, yo le vengo a robar el auto, como se llama?— dice fingiendo una escena.

Jones se ríe ante su actuación mientras que Kray, lo fulminaba con su mirada—¿Entonces crees que será mejor que vayas tu sola en la moto?, ¿dime que pasa si no te reconocen?

— Las motos pasan mas desapercibidas en las calles— responde mas que obvia—bueno y si no me reconocen, a la noche verás en las noticias diciendo que me pegaron un balazo aquí— contesta pegando su dedo índice a su frente indicando donde iría una bala.

— No juegues con eso Astrid, que no es chistoso— dice Aarón con seriedad.

—¡Hey! Tranquilo—dice tomando sus brazos— me cuide sola en la prisión, puedo cuidarme más que bien en las calles— responde con una pequeña sonrisa— aparte me hablas como si fuera una estúpida fresita que nunca a ido sola por la calle, eso me ofende...—dice fungiendo molestia.— soy mas de lo que imaginas...

— Si, lo siento— dice el— es solo que  no lo se esto es nuevo para mí, es sorprendente pero nuevo.

— Los que crecimos en las calles sabemos cuidarnos perfectamente— le recuerda ella— ahora deja de llorar como un niño chiquito y ayudame con todo esto— habla refiriéndose a todos los regalos.

Guardan algunos de esos regalos en una mochila y los demás en los bolsos de la motocicleta, Kray finalmente se sube a ella mientras se ponía su casco.

— ¿Te parece si cenamos juntos?—pregunta observándolo.

— Te esperare aqui— responde Aarón con una sonrisa.

Kray le sonríe de vuelta, prende su motocicleta, se baja el casco para cubrir su rostro y sale del lugar para dirigirse a los barrios más bajos, a su barrió.

(...)

Después de haber estado conduciendo por casi una hora, baja la velocidad al entrar a la calle principal. Al instante muchas miradas se dirigen a observar la extraña motocicleta que había entrado, muchos miraban con seriedad al no saber quien montaba esa linda moto que muchos imaginaban que era de las caras.

Sabía que las fragatas habían avisado por su llegada al tan solo verla entra, por lo cual no se sorprendería si se encontraría con alguno de los hombres o el mismo jefe del barrio.

Llega a la calle donde vivía la pequeña y a lo lejos se para un hombre apuntando la con un arma como señal para que se detuviera.

— Linda moto ¡hombre!— dice aquel tipo cuando ella se detiene frente a el— creo que mi regalo de navidad me llego antes.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora