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Siete de la mañana y Kray ya estaba siendo preparada para ser trasladada a la prisión de alta seguridad. Con el collar y las cadenas ya puertas, es sacada por los pasillos del patio en cual estaba a un lado lado de las reclusas que se encontraban tomando aire.

A lo lejos, Chita se acercaba rápidamente hasta donde estaba ella, chocando contá la reja y tratando de pasar sus dedos por ella. Kray lucha con los guardias que estaban a sus costados para poder tomar la mano de Chita, acto que resultó imposible gracias a un choque eléctrico.

Gimiendo de dolor, continúa su camino hasta el camión blindado que tenía en frente. Sube con cuatro guardias de seguridad, dos con armas, uno con el control de su collar y el último con las llaves.

Es sentada para luego tomar las cadenas de su cintura son encadenadas a una de las paredes del camión. Observa y escucha como la puerta era cerrada desde fuera, los dos guardias armados se sientan a cada lado de la puerta mientras los otros dos frente a ella.

El guardia que llevaba las llaves encadena sus cadenas de manera brusca al suelo, causando que Kray se inclinaría con brusquedad.

— Idiota de mierda...

El hombre al terminar de encadenar la, le da una fuerte a bofetada al escucharla hablar, a bofetada que fue lo suficientemente fuerte como para voltear le el rostro. Kray trata de ponerse de pie para ir en su dirección pero las cadenas se lo impiden.

Vuelve a quedar sentada y no le queda mas que quedarse ahí mientras que ninguno de los guardias quitaban sus ojos de encima.

Se escucha como el camión enciende el motor, comenzando a moverse y tomar marcha hasta la prisión.

Después de una hora y media de viaje, en camión baja la velocidad para finalmente detenerse. Unos minutos pasaron oara que después de eso, las puertas se abrieran.

Tres hombres que parecían ser guardias ven a Kray un momento, quién cierra un poco los ojos por el impacto de ka luz.

— Saquen la.— ordena uno de los hombres que se encontraba afuera.

Es liberada del camión y sacada de el para ser llevada dentro del recinto. Lo primero que ve al entrar es al detective, quién al parecer estaba ahí para asegurar su llegada.

— Siendo sinceros, pensé en una gran posibilidad de que no llegarías— comenta el detective frente a ella.

Kray no responde al respecto, ni siquiera levanta la mirada para verlo, solo se queda ahí, en silencio acompañada de una expresión que claramente mostraba enojó.

— Quería decirte que encontré amigos tuyos en la estación, no se si estaban ahi para asegurarse que llegue o ellos llegaron muy tarde para sacarlo de ahí— continúa hablando, dándole a entender que efectivamente no alcanzaron a sacarlo— También fuimos hasta la casa de Ian y bueno, con toda la evidencia que se recolectó más la que ne diste es suficiente para abrir un caso contra el.

Aún en silencio, aprieta la mandíbula al escuchar que su plan había salido mal y sintiéndose una completa estúpida por creer que podría confiar en el, sintiéndose utilizada, pero sobre todi estúpida al notar que el ke había pagado con la misma moneda.

O'Brien se hace a un lado para darle paso a los guardias oara continuar con el procedimiento.

— ¡Ah! Por poco se me olvida— dice el detective rápidamente a lo cual los guardias la voltean para que le dijera lo que le faltaba— dentro del casillero, en una caja, había una llave. ¿De que es?

Por primera vez en ese momento, Kray levanta la mirada para asi ver sus ojos, transmitiendo toda su furia a través de su mirada. Sin decir nada, exhala y le escupe en el rostro a lo cual rápidamente recibe un choque electrónico.

— ¡Eres un bastardo de mierda!— dice entre dientes.

El detective saca un pañuelo de su bolsillo, limpiando su rostro para luego volver a verla. Sus ojos estaban cristalizados, no sabía si había sido a causa dek choque eléctrico o por lo que había hecho el, de cualquier modo, el ver por última vez sus ojos de esa manera hacían que sintiera una presión en el pecho.

— Hasta nunca, Astrid...— se despide casi en un susurro para luego dar media vuelta y marcharse de ahí.

Mordiendo su labio para no soltar nada, es llevada hasta la entrada donde ka esperaba otro guardia con su ficha de ingreso. Por los oscuros pasillos es llevada mientras que el guardia que iba en frente le informaba el procedimiento.

— Serás llevada a una celda de espera por cinco días, luego de eso seras traslada las celdas solitarias que están a unos cincuenta metros bajo tierra— le informa mientras que una celda era abierta— tendrás media hora de ire libre una vez a la semana, dentro de otra celda.

Ella solo escucha todo lo que le informaban mientras que los guardias le sacaban las cadenas de los pies, mientras que ella miraba la celda que tenía en frente. La adentran en la celda, cierran la puerta y abren una más pequeña para asi terminarle de sacar las cadenas de sus manos.

El guardia que le informaba todo eso, se para frente a la puerta, mirándola desde la pequeña ventanilla que había.

— Espero hayas entendido. En pocos días, serás enterrada viva y nunca más nadie se acordará de ti...— habla en voz baja y muy lentamente— Nos divertiremos mucho tu y yo y el juguetito que tienes en el cuello...

— Quizás muera en vida, pero pronto, voy a tener la oportunidad de arrancarte la garganta...— contesta Kray en un susurro.

— Mmm, tal vez pero mientras tanto, yo seré el que se divertirá contigo. Pedazo de mierda.

Con una sonrisa, le da un último choqué electrónico más potentes de los anteriores el cuál hace que Astrid, cayera al suelo revolcándose de dolor mientras que el se marchaba riendo.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora