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Desde lejos ve a Jones, acercándose a pie, buscándola con la mirada. Al verla sentada en el suelo con heridas, corre en su dirección para ayudarla.

Casi en la mitad de sus energías que le quedaban, que ocupa ella para ponerse de pie, el la toma del brazos ayudándola a levantarse. La mira preocupado, esperando a saber que había sucedido y que era en lo que se estaba metiendo.

— ¿Que fue lo que sucedió?

— Un maldito bastardo que me estaba buscando...

— ¿Que fue lo que te hizo?

— Bueno me golpeó, me robo y explotó mi maldita moto— responde haciendo sonar su cuello para soltar tensión— si, definitivamente seremos grandes amigos— comenta sarcástica.

— ¿Es el que quería lastimarte?

— Oh definitivamente hoy me dio una gran paliza— ríe recordando al nuevo parásito que tenía en la espalda— pero no, el es solo un simpre mensajero...

Camina en dirección a su moto, viendo los pocos pedazos que quedaban de ella, muerde su labio con enojo y comenza a pisar las latas medias prendidas por el fuego. Sentía ira por como lo que había hecho, por haberse atrevido a tocar su motocicleta y arruinarle la mitad de sus planes.

El dolor no era impedimento para ella, para desquitarse con las latas, dando las patadas que no le pudo dar a el, las cuales con cada patada, soltaba un grito de enojo.

— Ya, ya, ¡ya!— la toma de la cintura alejando la de los pedazos, queriendo calmarla— tranquila...

Bufa con molestia, calmando se un poco y así arreglando se el cabello despeinado, tomando su mano con dificultad, al escucha una voces cerca, lo cual hacen que se alerte ante la idea de que uno de ellos podría ser Joe.

Si llegase ser asi, tendría demasiado problemas con Joe y tal vez con Ian, lo cual causaría que lo que tenía planeado, quedará solo en la idea.

— Hay que salir de aquí— advierte tomando la mano de Jones y corriendo con dificultad.

— ¿Por que?

— Joe está aquí y el no sabe que yo lo estoy.

— ¿Lo estabas siguiendo?

— No claro que no, solo estaba— niega repetidas veces frunciendo el ceño— ¡Solo me lo tope aquí!

Se suben al auto, saliendo de ahí a una gran velocidad, pasa su mano por el rostro y sube su playera viendo un pedazo de lata clavado en su cintura.

— ¡Dios, Astrid!— ve su herida con preocupación.— Te llevaré a casa.

— No, no, necesito curarme primero.

— Bien, iremos al hospital.

Ella ríe con burla por la idea— ¿De verdad crees que sea buena idea que una persona como yo vaya al hospital?— pregunta entre risas

— Iremos a mi casa...

— ¿Voy a conocer a tus padres?—pregunta divertida, riendo con dificultad— es la ocasión perfecta...— suelta con sarcasmo.

— Tus futuros suegros querrás decir...

Kray aprieta sus labios incómoda por el comentario, el tener algo así como una "Relación", si es que se le podía llamar así. No era algo del todo normal aun, no era de esas cosas y aun no se acostumbrada del todo, ni siquiera se había tomado el tiempo de pensarlo.

— Aun es difícil para mí...

– Lo sé... Es difícil creer que tienes novio a pesar de que no haz ido a clases y no contestas mis llamadas... ¡Ah! Y que todavía no me dices que si.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora