35

23 1 0
                                    

Habían pasado casi tres semanas desde que Jones y Kray no se hablaban más,. para ella le era fácil volver a la soledad a la cual estaba acostumbrada, pero Jones sentía su ausencia en cada segundo.

Ella lo evitaba a toda costa pero también evitaba estar en casa, ya que no sentía la confianza de que Ian, le estuviera diciendo todo y en realidad, no le decía nada.

Por lo cual se decidió entrar en alguna academia de deporte del colegio. Por lo cual se dirigía al gimnasio para hablar con el entrenador. Su vista se inunda de presencia adsolutamente masculina, los cuales todos dirigen su mirada a ella, extraños por su presencia.

Sin importarle esas miradas, entra sintiendo el tenso silenció que se había provocado por culpa de su presencia, no tan querida últimamente.

Se detiene a las espaldas del entrenador, quién estaba revisando unos papeles y se aclara la garganta para así llamar su atención. El entrenador voltea a ver quién estaba detrás de él y su mirada se vuelve confunda al ver la figura de Kray.

— ¿En que puedo ayudarla?

— Venía a hablar con usted, me gustaría estar en alguna de sus academias deportivas.

— Lo siento señorita, pero yo no dirijo el equipo de porristas— responde aclarando le creyendo le estar confundida— y las academias femeninas las dirige la profesora Laura.

Kray suelta un bufido por su comentario y se muerde el labio para evitar decir algo inapropiado— No estoy interesada en andar saltando con pompones.— contesta con seriedad.

— ¿Entonces a que clase de academia le gustaría entrar?

Ella voltea a ver como a sus espaldas se entontraba un ring en donde habían dos chicos entrenando, vuelve su vista al entrenador y hace una señal con su cabeza hacía atrás.

— Quiero entrar al equipo de boxeo.

El entrenador se ríe ante su respuesta y niega levemente, como acción de no creer lo que escuchaban sus oídos.

— Señorita, no se si lo sabe pero esta no es una academia para una mujer.

— ¿Acaso no a visto las peleas femeninas?

— Claro que si— responde el— el problema aquí, es que no hay mujeres en este colegio que estén inscritas en el equipo de boxeo, por lo cual la vuelve la única mujer que estaría dentro.

— ¿Y el problema sería?

— No pienso poner a pelear a una chica con uno de mis chicos

— ¿Acaso le preocupa que le parta el culo a sus niños?

— Más bien que uno de ellos te lo haga a ti y no pienso entrenar a alguien desde abajo a estas alturas del año.

— No tiene que preocuparse por eso, tengo suficiente conocimiento para poder pelear.

— Aún que así fuera, ya las inspiraciones acabaron hace mucho. No puedo aceptarte.

— Bueno, si no quiere dejarme entrar puedo ir donde el director, a hablar con el diciendole que no puedo mejorar mi comportamiento impulsivo ya que el entrenador no dejó que fuera así— levanta una ceja— sin mencionar que al señor Kray, no le gusta que a su sobrina le digan que no...

— ¿El director te envió?— pregunta no del todo convencido.

— Así es, dijo que si tenía algún problema que volviera con el y si me decía que no había más cupo, sacaría a uno de sus luchadores— levanta sus hombros, mostrando despreocupación— supongo que eso tendré que hacer... Bueno nos vemos.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora