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En detective se encontraba en el departamento de policía, equipando se junto con otros veinte hombres, unidad especial para poder ir entrar a casa de Ian.

Mientras cargaba su pistola y colocaba municiones en su chaqueta, piensa en como ver a Astrid le había causado un sentimiento extraño, no uno agradable.

Pensaba que el que estuviera por fin dentro de prisión le daría cierta satisfacción y lo sintió, por un tiempo pero el sentimiento de vacío lo deshizo todo, las cosas ya no eran igual.

— Señor, estamos listos— informa uno de los hombres sacándolo de sus pensamientos.

— Bien, hora de irnos— contesta tomando su arma para caminar a la salida.

Suben a sus camionetas blindadas, saliendo a gran velocidad a su objetivo.

En casa de Ian todo estaba tranquilo, el se encontraba en su oficina revisando algunos papeles, junto con un vaso de whisky en la mano.

— ¡Luis!— llama a uno de sus hombres que estaba fuera de su oficina.

— Si señor.

— Llama a Joe y le dices que mañana por la mañana tiene que escoltar el oagi que llega por el último trato— ordena a lo que Luis asiente rápidamente.

Antes de que Luis pudiera retirarse hacer lo que le ordenaron, ambis escuchan disparos a lo lejos a su vez que otri de sus hombres entraba con la respiración acelerada.

— Señor, la policía esta en la entrada de recinto tratando de entrar.

Ian muestra su expresión seria dando a entender que no le gustaba en nada lo que había escuchado.

— Lleva a todos los hombres allá, que los detenga lo más posible— le ordena ak hombre que había llegado— tu ve a preparar el helicoptero ¡Ya!

Los dos salen de la oficina, corriendo en diferentes direcciones mientras que Ian se ponía de pie, toma un maletin, lo abre y luego baja hasta el ultimo cajón donde se encontraba la caja que había visto Astrid hace mucho. Lo colocá en el maletin y lo cierra.

Voltea donde su librero, abriendo la puerta que mostraba el lugar de su caja fuerte. Toma la pistola que tenía guardada, verificando que estuviera cargada y abre su caja fuerte para sacar aquellos papeles importantes que tenia.

El sonido de los disparos cerca junto con el sonido del helicoptero, lo alertan aún más, causando tensión en su cuerpo.

— Señor, debemos irnos— avisa Luis entrando a la oficina y tomando el maletín para ayudarlo— estan por entrar a la casa.

Salen de la oficina, corriendo por el pasillo en dirección al jardín trasero para montarse a su helicoptero. Justo antes de salir escucha como ka puerta principal era abierta bruscamente y corre más rápido.

Se sube al helicoptero el cuál comienza a ascender lentamente, al mismo tiempo que el detective salía por la misma puerta junto con cinco hombres más.

— ¡Sube más rápido maldita sea!— grita Ian enojado.

Le saca el seguro a su arma y comienza a disparar el dirección al detective y sus hombres. El quinto disparo llega a su blanco y el detective cae al suelo por ek impacto. Ya cuando está lo suficientemente alto, el helicoptero, se marcha con Ian escapando de ahí.

En lo bajo, O'Brien se encontraba boca arriba en el suelo tratando de recuperar la respiración por el impacto de bala que había aterrizado en su cosillas, bala que a pesar de ser detenida por el chaleco antibalas igual dejaría rastro de ello.

Con ayuda de sus hombres, se pone de pie, aún con un poco de dificultad para regular su respiración.

— Jefe, ¿se encuentre bien?— preguntan sus hombres.

— Si, estoy bien— responde con una pequeña expresión de dolor— Tenemos que inspeccionar el lugar...

Camina volviendo a entrar a la casa, en dirección a la oficina de Ian mientras que los demás registraban el resto de la casa.

O'Brien escanea el lugar notando que tuvo el tiempo suficiente como para llevarse lo importante. Se acerca a ver los papeles que habían encima de la mesa y se detiene un momento a revisarlos.

— Señor, encontramos a una señora escondida dentro de ka despensa de la cocina— informa un hombre acercándose a él— dice que es la sirvienta.

— Bien, hay que llevarla al departamento para interrogarla y ver que sabe.

Levanta la mirada viendo como el hombre asiente y sale nuevamente de la oficina al mismo tiempo que entraba otro con una expresión seria.

— Harry, tienes que ver esto...— dice su colega y amigo.

Sin preguntar que ocurre camina detras de el saliendo del jardín hasta la pequeña casa que se encontraba, se adentra en ella y logra ver gran cantidad de cajas, los cuales sus hombres abrían, dejando ver los fardos de billetes sellados que se encontraban dentro.

O'Brien pensaba que aun que no lograron arrestar a Ian, su escape y aquel dinero era suficiente para abrir una investigación en contra de el.

— También hay algo en el piso de arriba que necesito que veas— susurra su amigo por encima de su hombro.

Al ver que su expresión no era tan seria como cuando pidió que viera eso, entendía que se trataba de otra clase de asunto.

Camina junto con el mientras que los demás seguían abriendo las demás cajas, se adentra a la casa nuevamente y sube las escaleras, camina oir el pasillo adentrándose a una habitación la cual parecía ser de Kray.

Se detiene un momento a observarla, viendo las cosas que tenía y la manera en la que era. Se acerca hasta el escritorio que había y ahí se encuentra con una libreta la cual ya estaba abierta, logrando ver un dibujo de su rostro, cin su nombre en una esquina de la hoja.

— Encontramos un par de armas dentro de su armario, un lanza cohetes y varias cosas más— le comenta su amigo a un lado— pero si los demás ven esti podrían comenzar a sospechar algo.

Revisa la libreta topando se con mas dibujos de el y el joven el cual había sido pareja de ella, causando un sentimiento de culpa y celos de volver a ver el rostro de aquel chico.

— Yo sugiero que te lleves esa libreta si no quieres que se te forme un problema... Más de uno en el departamento sospecha que paso algo entre Kray y tu, esto solo reafirma sus sospechas.

— Tienes razón...

Toma la libre y la mete entre su chaleco y su pecho para así llevársela consigo, voltea a ver a su amigo quién asiente cortarmente como señal de que hacía lo correcto.

— Hay que llamar para que recolecten evidente, quiero las huellas de Ian y todos los que viven aquí— dice el detective volviendo a lo importante— También hay que llamar a los de forense para que saquen los cuerpos.

Se detiene a mirar por última vez la habitación, soltando un pesado suspiro y sale de la habitación oara así continuar con su trabajo.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora