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A las afueras de la cuidad, en una casa fuera de todo, se encontraba Ian con todo el estrés y enojo saliendo por su cuerpo, caminando de un lado al otro pensando en que hacer al respecto y como fue que pudieron haber ido hasta donde el, siendo que supuestamente no causaba sospechas para la policía.

Llamando una y otra vez a Joe, quién no respondía el teléfono desde que habia salido para ir al puerto a terminar de supervisar la ultima mercancía.

Las puertas de su oficina eran abiertas dejando ver a Luis con una expresión seria en su rostro, quién llegaba para darle un informe.

— ¿Pudiste saber donde mierda esta Joe?— pregunta tenso mientras tomaba su vaso de whisky y caminaba de un lado a otro.

— Joe no llegó en ningún momento al puerto y me informaron que se le cree estar escondiéndose en el barrio de su sobrina— informa Luis— al parecer a estado llevando cierta cantidad de cajas para el barrio.

Ian al escuchar eso se detiene en seco, sintiendo como el enojo crecía aun más dentro de él, aprieta su mandíbula y vaso, el cual tira bruscamente hacia la pared, rompiendo lo en mil pedazos.

— ¡Maldito hijo de perra!— grita furioso al escuchar no solo que le habia robado, si no que también lo estaba habiendo para gente mugrosa— Me las va a pagar... De seguro fue el quién me delató...

— Al parecer, fue Astrid quién había recolectado información de la compañía y de usted oara entregársela a la policía.

Escuchar eso lo hizo endurecer aún más, del como aún en prisión, ella seguía siendo una espina en el culo y continuaba arruinando sus negocios y planes.

Con sus puños afirmados en su escritorio y dándole la espalda a Luis, se detiene a mirar la caja que tenía frente a el, la cual lo hizo pensar un momento.

— Larga te— le ordena a Luis.

El se retira dejando a Ian solo, camina al rededor de su escritorio oara sentarse en su silla, frente a la caja. Saca una llave que tenía colgada en su pecho, la cual ocupa para abrirla.

Lentamente se deja ver un collar y un anillo idéntico al que tenía puesto, un collar y anillo de oro blanco con el mismo diseño de león en ellos, junto con una pistola y un cartucho que tenía grabada el apellido Kray. Todo encima en de una tela de seda roja.

Toma el anillo entre sus manos, observando minuciosamente, recordando aquel que fue dueño de ese anillo.

— Ay hermanito... Si hubiera sabido que tu hija seria tan liante, le hubiera regalado una bala hace mucho tiempo...

Deja el anillo en su lugar para tomar después el collar que tenía un colgante idéntico al León de su anillo a diferencia que este era más pequeño.

En el otro extremo de donde se encontraba Ian, en el barrio Jungla para ser exactos, se encontraban Joe llegando de su ida a la presión de seguridad.

Apenas entra al taller es recibido por G.G, quién no lo esperaba con una buena cara precisamente.

— Llegaron antes que nosotros, no pudimos retirar ni la caja ni la carpeta, lo que quiere decir que tal ves ya estén en casa de Ian.

— Claro que lo están, recibí muchas llamadas de el en las últimas horas— contesta Joe dejando sus cosas encima de la mesa— dejo de hacerlo hace no mucho, lo que quiere decir que sabe lo que hice. Ya no puedo volver donde el.

— Bueno, con todo el armamento que le robamos es suficiente como para rescatar a Kray y más.— comenta Gato sacando algo bueno de todo eso— a todo esto ¿Como les fue?

— Esta pesado la verdad, el salir y entrar sera algo muy complicado...

— Estuve investigando un poco respecto a eso, te puedo asegurar que mañana la trasladarán, lo mas probable que en la mañana. Al llegar allá sera enviada a una celda en la cual estará aislada de cuatro a cinco días, luego de eso las asignan a celdas compartidas o solitarias.

— ¿Que hay de la ruta de traslado? Podríamos interceptar los en el camino— sugiere una de kas águilas que se enci traban ahí.— Sería mas sencillo.

— No en este caso, estuve revisando el informe que dejó el teniente, donde pide estrictamente ser traslada con máxima seguridad— responde Gato ante la idea— e informó que Kray era altamente peligrosa lo cual significa que será asignada a una celda para ella sola.

— ¿Que tan malo es eso?— pregunta Joe mirando a Gato.

Gato levanta la mirada algo inquieto y preocupado, notando como todo el que se encontraba presente esperaba a escuchar su respuesta.

— Bastante...— responde mirando a Joe— Ocupará una collar de seguridad con altos choques de electricidad, el cual ya lleva puesto y será llevada a las celdas solitarias que suelen estar bajo tierra, con restricción incluso a la salida a patio donde las meten en celdas que estan al aire libre, con un máximo de treinta minutos de salida, una vez a la semana.

— Carajo...

Joe al escuchar eso al igual que todos ahí, se preocupo aún más. No sabía que hacer las respecto, no tenían un plan ni tiempo para hacerlo y no podía dejar que eso pasara, si la bajan a las celdas el plan se sacarla en meses se volverían años y años de planeación.

— Tenemos que sacarla por lo menos de aquí a tres días... Sacarla de la celda a la cual llegará, si no hacemos, después será demasiado tarde...

— Entonces hay que comenzar a movernos rápido— contesta Gato.

— Quiero que investigues la celda a la cual llegara, me imprimiras un mapa del lugar y estarás al sistema, se que todo es eléctrico y tu te puedes meter.

— Dalo por hecho.

— Necesito a las mejores águilas para este trabajo, a las cinco mejores que haya— le ordena a otro de los hombres— ustedes, cuando Gato tenga el mapa quiero que hagan la ruta más corta y rápida para entrar y salir de la prisión.

Todos asienten como señal de haber entiendo sus órdenes y cada uno se retira para empezar a armar el plan con el cuál, en tres días, sacarían a Kray.

KRAY: Cazando a La Leona. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora