Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
No le respondí. Qué sentido tiene hacerlo si lee mi mente?
"Pero a mí me gusta que me respondan si les hablo!"
"Y a mí me gusta que te calles." Terminé respondiendo.
Rhaast suspiró (de alguna manera) y me dejó en paz y silencio una vez más.
Esta vez pude concentrarme en entender la situación que veía, en vez de en la guadaña parlante que portaba mi brazo medio Darkin.
Noxianos. Un gran número de ellos, deben de tener alguna manera de rastrear magia.
"Estoy en problemas."Dije mientras saltaba del árbol donde estaba subido.
Los Noxianos no descansarían hasta obtener de nuevo a Rhaast. Ya que necesitaban su poder militar y mágico para hacer de Noxus un lugar más despreciable- .
.
. "Por una vez estoy de acuerdo contigo. Pero no eras tú el que quería hablar con palabras y no mentalmente?" Aproveché para burlarme de Rhaast, tras su intromisión en mi cabeza. "Además eso es allanamiento de morada."
Rhaast solo se rió. "Me pillaron! Y igual harán contigo si te escuchan, chico. Será mejor que nos vayamos a ese pueblo que vimos a la lejanía. Y te recuerdo que alguna vez esa morada será mía." Opinó la guadaña que brillaba de color rojo en mi mano.
Hice una mueca al ver de nuevo mi brazo, un brazo que ya no era mío... Pero yo ya me acostumbré a esto. Dije sin darle más importancia.
Me rodee de sombras de una buena vez y salté en dirección al pueblo, atravesando todos los árboles y ramas con las que alguien normal se chocaría.
"No tardarán en seguirme el rastro y perseguirme. Pero esto me dará unos días extras. Necesito robar algo para poder estar en condiciones de viajar y matarlos. Pronto volveré con el maestro Zed."
"Oye oye! Y que hay de él? El primero que cortaste usándome! Acaso no era tu compañero?" Preguntó sorprendido Rhaast, mientras aterrizábamos en la hierba del suelo.
Giré mi cabeza y quedé mirando un momento al demonio. El solo se rió de mi, como siempre.
Agh... Si me hubiese preguntado eso antes, hubiese tenido tiempo de dejarlo caer desde el aire. Quizás hasta se moría. Pensé a mis adentros mientras agarraba lo tomaba de nuevo y recuperaba el aliento, listo para partir de nuevo.
"Estás hecho todo un comediante Kayn! Pero una caída así no es suficiente para matarme... Para tu desgracia. Así que- puedes responderme?"
Me limité a viajar entre sombras en silencio. Sabía que pronto estaría en el camino al pueblo, donde no había árboles donde esconderse.
Y bueno, iba con todo el silencio posible. Ya que Rhaast no tuvo mejor cosa que hacer que molestarme todo el camino de ida...
"No me respondes?"
"Que pasa segador sombrío?"
"No puedes ni dar conversación a un viejo!"
"Eres más aburrido que despreciable... Cada vez te odio más."
Estúpida tontería corta trigo! Cierra la boca de una buena vez! Grité en mi cabeza, para ver si podía guardar silencio antes de que alguien nos viese. Ya es mucho que la estúpida arma de cortar tomates con delirios de grandeza brille de noche. Como para aún por encima no callarse!
Con que si que me escuchabas! Además, parece que tienes algunos buenos insultos que dedicarme, tanto piensas en mí? Para que me sonrojo!
"Cállate. Tu siempre eres rojo de todas formas." Respondí con voz más cansada que enfadada.
"Cállate. Tu siempre serás virgen de todas formas." Se burló Rhaast, intentando hacerme perder los papeles.
Por fin llegamos al camino que conducía al pueblo. Ya era hora! A ver si puedo esconderlo lejos de mi.
"Además, porque estás tan charlatán hoy? No era suficiente amargar tu existencia y amargas la mía...?"
Es divertido hacerte ver como un esquizofrénico. Al fin y al cabo, soy tu única compañía en este sucio mundo.
"Por desgracia." Rematamos los dos al mismo tiempo antes de entrar al pueblo, a altas horas de la noche.
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Rhaast
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No era capaz de ver nada. Solo oscuridad.
Otra vez me tapó con sábanas robadas. Además estas huelen a abuela! No merezco esta humillación. El puede descansar en montañas de paja o debajo de ropa estendida que encuentre. Y yo envuelto como un regalo.
Me limité a suspirar y maldecir en silencio a mi portador.
"Aún así... Te olvidas, Kayn, de que yo soy el que entra en tu mente. Tu no tienes tal poder! Por eso..."
"Los Noxianos estarán aquí pronto."
No pude evitar reír ante mi propio plan, que tan bien me había salido.
El enfado se mezcla con las sombras que usa para viajar. Por eso son más fáciles de rastrear y se cansa más! Solo es cuestión de tiempo que terminen encontrándole, y cuando más necesite poder... Lo mataré! Y tomaré su cuerpo.
No pude evitar brillar de emoción. Y la negra tela empezó a iluminarse con un color carmesí.
Cerré mi único ojo y empecé a reír a mis adentros. Una risa de burla al joven que pensaba dominarme.
Esto será una masacre... Casi que no puedo dormir de la emoción!
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