Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Me quedé espectánte y alerta a los jóvenes que Heiger había traído.
Un chico sexy con ojos de loco empuñando un demonio-guadaña vivo. Una niña pequeña cin la mirada de una adulta y un peluche recién lavado. Y por último una adolescente de pelo corto color marrón que parece tener más poder mágico que el maestro Shen...
"Definitivamente son ellos." Terminé diciendo con una leve risa a la tabernera.
"Me alegro que los encontrases!" Dijo Heiger con una gran sonrisa, mientras tomaba mi vaso vacío y lo llevaba a la zona alta de la taberna.
Al final quedamos solos en silencio el extraño grupo y yo.
"Quién eres. Y porqué preguntas por nosotros." Exigió el chico de pelo negro con tono amenazante.
Suspiré levemente y terminé de colocar sobre mi rostro mi máscara.
"Mi maestro me pidió que en mi viaje buscase a una maga ancestral. De pelo color naranja y morado con un gran poder mágico. Parece que alguien cortó su cabello, huh."
La maga llevó su mano izquierda a la cabeza con un rostro decepcionado. "Acertaste, por desgracia...!"
El chico de la guadaña me miraba con precaución, pero la joven y la niña pequeña no parecían hostiles.
"...hueles mal." Dijo de pronto la portadora del peluche, ocultándose detrás de la pierna del trenzado.
Me sonrojé de vergüenza y por reflejo levanté mis armas recién afiladas. "Serás!"
Disparé todas las alarmas. La maga cambio su mirada y encendió una llama dorada y morada en su mano, apuntándola hacia mi. El joven agarró del brazo a la niña y la acercó a él, mientras que con la otra mano amenazaba con su guadaña con ojo.
Pero... Fue también la niña la que cambió el estado de la conversación, otra vez.
"Hueles... A sangre. A pelea." Dijo la pequeña.
En ese momento me sentí mal por no entender su mensaje y responder de forma madura. Por primera vez en mucho, mucho tiempo... Guardé mis arma frente a gente que bien podría atacarme.
"Lo siento mucho!" Me disculpé enseguida.
La maga aceptó las disculpas apagando el hechizo que brotaba de la palma de su mano. Sin embargo el guapo parecía más difícil de convencer, ya que su guadaña de mantuvo en alto. Dejando distancia entre mi y el grupo.
Creo que debería de dar la vuelta a la situación. Ahora mismo esto no está yendo bien.
Volví a sentarme en mi asiento y dediqué una rápida mirada a cada uno de los curiosos ojos que me observaban.
"Creo que no empezamos bien. De acuerdo, mi nombre es Akali, y como ya podréis imaginar... Soy asesina." Empecé explicando con cuidado de no hacerme ver peligrosa.
