Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Me encontraba en las afueras de Piltover, más concretamente buscando el puerto.
Como líder, debo trabajar más duro que los demás. Esa era mi convicción. Luego de siglos de procrastinación unos días de trabajo duro era lo único que merecía.
Investigaba los libros para buscar pistas que me ayudasen, reunía dinero para pagar el viaje a Freljord y trataba de mantener el grupo unido.
Todo al mismo tiempo.
"Aaagh me duele la espalda!" Me quejé mientras estiraba mi cuerpo haciendo crujir parte de mi espina dorsal.
Me sentía... Mal... Cansada, agotada, triste, sola... Era normal luego de lo que estaba pasando.
Sin embargo, aún después de todo lo que decía Akali y mi cerebro sobre Kayn... Mi corazón y mis amigos seguían animándome a entenderle. A viajar hasta Freljord y ayudarle, para no abandonarlo en un momento tan duro en su vida.
Por eso mi mente debía de estar concentrada en mis compañeros y en mi objetivo, y no en mi misma.
Akali lleva varios días enfadada con todos por lo de Kayn. Además dijo que no quería ir a Freljord y mucho menos verle a él...
Ekko también está triste y algo desesperanzado, pero está trabajando duro en la universidad para poder ir a ver a Kayn cuanto antes. En ese sentido, el y Heiger son los que más quieren volver a verlo.
Y hablando de la albina, ella parece haber hecho buenas migas con Amilton, el rubio que presentaba el torneo de Hierro.
No sabía dónde estaban mis compañeros en ese momento, pero todos ellos son autosuficientes de todas formas. Además Tabira estaba siendo cuidada por Rouger y Heimerdinger en la universidad.
"Hmhm... El barco viene mañana. Deberíamos de prepararnos para ir." Supuse rápidamente después de preguntar a uno de los navegantes cuando pasaba el próximo barco a Freljord.
Era un precio alto, como no. Pero tampoco era desorbitado.
Y si tenemos problemas podemos dejar en tierra a Heiger! Me reí a mis adentros por mi broma, mientras abandonaba el puerto y me dirigía de vuelta a la universidad.
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