Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Desperté temprano. Y aún no me explico cómo.
Con la ventana que daba al mar abierto, se veía la vasta masa de agua que se extendía casi de manera indefinida antes de desaparecer en las nube.
Pero eso era algo que pronto cambiaría... Porque hoy llegaríamos al puerto de Targon.
"Hmm? Un mosquito?" Me pregunté cuando noté algo extraño en el cuello.
Ignorándolo, me dirigí al baño para prepararme... Y allí lo vi.
Ok, fui demasiado optimista. Dije mientras veía mi cuello rojo oscuro en algunos lados, y pequeñas marcas de dientes en mis hombros
Kayn no estaba aquí. Tabira seguramente estaría durmiendo, quizás como Heiger y Ekko. Esos dos siempre duermen hasta tarde...
Akali y Amilton por su parte estarían ocupados en alguna cosa, quizás Amilton volvería a enviar dinero en sus cartas secretas...
Me pregunto a donde irá ese dinero en monedas Freljordianas...
Salí de la habitación con dolores en mis rodillas. "Parece que me moví demasiado..." Me dije a misma mientras me guiaba por el gran barco.
Lo cual me hizo recordar...
Como es que tantos barcos de este tamaño llenos de provisiones estaban descuidados en el puerto?
Era un gran misterio. Habían sido preparados con tiempo y tenían todo lo que el pueblo pudiera pedir, pero si quería descubrir este secreto, por donde podría empezar?
Sin pistas, sin mensajes... Estos barcos eran misteriosos por ellos mismos.
Decidí ignorar el misterio. No se resolverá por mucho que piense. Un puzzle sin piezas jamás enseñará su imagen. Me dije a mi misma mientras cogía una bufanda (no por tener frío) y me dirigía a afuera de mi camarote, yendo a buscar a los demás.
* * *
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Cuando me acercaba a la popa pude escuchar ruidos extraños, que pronto distinguí como vítores.
