Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
"Q-que fue eso?!" Preguntó uno de los aprendices con miedo en sus ojos.
Todo el grupo se detuvo y agudizó el oído.
Hum... Una avalancha. Por el ruido del estruendo inicial diría que no debió de suceder muy lejos de aquí.
"Danos una orden, señor!" Pidió Bartholomew, el sub-capitán del primer equipo.
"Acaso no es obvio? Comprueben si hay heridos! Si encuentran animales, tendremos cena. Si encuentran gente, tendremos compañía." Dije con un tono malhumorado mientras movilizaba el personal.
Hay que ver... Es lo que hacemos siempre y aún necesitan una orden! Quiero un grupo, no un rebaño.
Hice señales para la retaguardia, y todos empezaron a moverse hacia el lugar de donde venía la avalancha.
Allí nos encontramos una gran masa de nieve y hielo cubriendo varios animales y rocas. No parecía haber ninguna persona...
Hasta que la nieve empezó a brillar de color rojo... "La nieve no hace eso." Afirmó Kamila con intención humorística.
Hubo algunas risas, pero la mayoría nerviosas.
Y era normal...
Porque no todos los días escuchas una nieve color roja gritar groserías en Freljord.
"CONDENADO INÚTIL ME SOLTÓ AL MOMENTO!" Rugía un ser que se encontraba sepultado bajo la nieve.
Hice un gesto con la mano, y los veinte miembros del segundo equipo empezaron a desenterrar a los supervivientes de la avalancha.
O quizás... El superviviente. Me dije a mi mismo con curiosidad mientras observaba que lo que acaban de desenterrar mis camaradas no eran dos o tres personas... Era un joven inconsciente y una guadaña color roja con ojo.
"No encontraron al que estaba gritando?" Pregunté con curiosidad a los cavadores.
"Haber idiota encapuchado mal afeitado soy yo el que estaba gritando. Y que sepas que soy más que eso! Ante ti tienes al increíble Darkin Rhaast que te concederá un deseo si lo empuñas-..."
"No lo haga señor! Podría ser una trampa!" Advirtió Bartholomew.
Quedé en silencio meditando la situación, hasta que tomé una chaqueta y envolví la guadaña, lo cual me permitió al menos llevarla sin intenciones de empuñar el arma como tal.
"Te estás quedando paranoico, Bartho!" Me reí levemente, acto que fue contagiado al grupo e hizo sonrojar al joven.
"Oye! Eso no es verdad y lo sabes." Se quejó.
"Como sea, tenemos que llevar al dúo a un pueblo cercano! Me preocupa la salud del chaval, está en mal estado." Avisé mientras obligaba a mis compañeros a aligerar el paso.
Todos hicieron lo que quería, y empezaron a acelerar para llegar antes a un lugar seguro para la víctima de la avalancha.
... Así que... Un Darkin llamado Rhaast, huh...? Más te vale tener respuestas, trenzudo.
* * * Kayn
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