Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"112... 114... 116... 118!" Dije mientras contaba en voz alta las monedas de oro que había conseguido de vender algunas de las armas del torneo de hierro.
Mi brazo ya estaba recuperado antes de tiempo, para sorpresa de todos (especialmente mía). Pero tampoco me quejaba por curse un miembro roto en poco tiempo, así que estaba mejor una sorpresa que seguir el plan original.
"Phew... Creo que aún puedo sacar unas 200 monedas más si me deshago de los estúpidos líquidos que robé al Dr moradete." Suspiré recordando los reactivos que guardaba en mi maleta.
Nunca les encontré uso de todas formas. Además... Necesito dinero. El viaje en barco para Freljord es costoso. Y dudo que los cabeza huecas esos consigan suficiente dinero trabajando de manera honrada. No pueden pedir mucho dinero de golpe y faltan solo 4 días para que pase el último barco a Freljord de este mes.
De pronto, un fuerte olor clásico de Zaun me sacó de mis pensamientos.
Olía a algo que trataba de ser comida, pero quedaba en el punto medio de desechos cocinados.
"Bien. Algo más con su pancake de nata y fresas, joven belleza?" Preguntó el vendedor y cocinero del puesto ambulante.
Me giré para ver quién era capaz de pagar con comer algo así...
"Sí por favor! Un servicio sin acoso sexual incluido." Sonrió Heiger mientras tomaba la comida servida en plato desechable.
Reí un poco a mis adentros y levanté mi mano derecha, llamando la atención de mi- amiga? Me rompió un brazo pero se disculpó...
"Heeey! Que haces por acá, AmAm?" Dijo la albina mientras daba un gran mordisco a su pancake de nata y fresas.
Observé su comida antes de responder. Pancakes con ingredientes seguramente rancios. La nata está líquida, seguramente por no guardarse en un lugar frío después de abrir. Las fresas están mal cortadas, apuesto que para ocultar el hecho de que empezaban a pudrirse. Además la masa aún está medio cruda! Dije en mi cabeza antes de carraspear un poco y aclarar mi garganta.
"Pues estaba haciendo dinero para el viaje a Freljord..." Susurré mientras apartaba la vista de la albina, la cual daba otro mordisco a su delicatesen Zaunita.
"...como eres capaz de comer eso?" Pregunté sin ser capaz de contener mi duda.
"Pfff está bueno! Simplemente ya comí cosas peores. El placer de no pasar hambre o dolores estomacales son mejores que el sabor! Aunque eso solo lo admito en la comida, porque el alcohol sí que no tiene el mismo criterio!" Explicó Heiger como si fuera lo más normal del mundo.
Antes de que pudiera dar otro mordisco tomé con una mano su comida y se la quité, agarrándola de su mano con la otra.
