Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Ya habían pasado varias horas desde que empezamos a caminar. Supimos que era hora de descansar cuando Tabira casi se ahogó por dormirse bebiendo agua.
"Creo que deberíamos de parar y descansar." Dijo Kayn mientras le quitaba la cantimplora de la mano a Tabira.
Asentí y tomé de la mano a Tabira, para que no se perdiese en la oscuridad. Kayn por su parte extendió unas sábanas a modo de saco de dormir y buscó unas ramas secas.
Acosté a la pequeña Líming en su saco de dormir y esta cayó dormida en pocos minutos. Si que estabas cansada, eh? Me dije a mi misma mientras le sonreía.
Solo quedábamos por dormir nosotros dos. Kayn intentaba hacer una fogata mientras que yo iba explorando la zona, en busca de peligros.
"Los palos están húmedos, no podré hacer fuego así...!" Dijo Kayn un poco enfurruñado.
"Que inútil..." Dijo por lo bajo Rhaast, casi con respeto para que no le escuchase.
De hecho, Rhaaat estuvo hablándole con más sutileza desde su pelea.
"Quieres que te ayude?" Le ofrecí con una leve sonrisa, saliendo de mis pensamientos.
Kayn se veía dudoso, pero me dejó intentarlo. Rechacé los guijarros que el usaba y preparé la fogata con palos y ramas.
Fué un ataque controlado, tal y como aprendí del Sr. Líming... La fogata se prendió en un momento y una vez secó los palos, ardió más.
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Esto servirá por ahora. Me dije a mi misma, mirando orgullosa mi hoguera.
Kayn estaba sorprendido.
"Buen trabajo." Dijo con más frialdad de la necesaria, mientras acercaba sus manos al fuego.
Yo por mi parte tomé a Tabira y la coloqué cerca del fuego, para que no tuviese frío.
Aún se escuchaban animales salvajes, rondando por el bosque con evidente hambre. Escuchábamos sus pisadas y por momentos, sus gruñidos.
"Puedo hacer yo guardia por la noche. Cuando empiece a amanecer dormiré un poco." Dijo Kayn mientras miraba mi saco de dormir, hecho de sábanas.
No tardé mucho en meterme en el saco de dormir y tumbarme junto a Tabira, aprovechándome de su amabilidad.
"Buenas noches!" Dije rápidamente antes de tumbarme boca abajo y caer dormida.
* * *
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"Jajaja! Si que te la jugó." Dijo Rhaast en mis manos mientras me miraba con su gran ojo rojo.
"Huh, ya te olvidaste de nuestra pequeña riñ-."
"No querrás despertar a las pequeñas, no?" Se anticipó Rhaast mientras leía mis pensamientos. "No puedes golpearme, Kayn."
No quería despertar a Zoe o Tabira porque después no serían capaces de caminar a la velocidad que necesitábamos. Había planeado que al 2° día saldríamos de este bosque sin nombre y nos adentraríamos en la llanura costera.
"Al 4° día estaríamos en Bridfurth. Y que habría más adelante?" Terminó preguntando Rhaast.
Abrí el mapa y lo observé detenidamente una vez más.
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Estamos en la zona verde oeste de Ionia. En Bridfurth nos separaremos de Tabira y Zoe y iremos al centro del país. Allí nos espera el maestro Zed. Él estará muy feliz de conocerte.
"Entonces las niñas irán solas de Ionia a la tierra de nadie entre Piltover y Noxus? No creo que puedan defenderse, y ya deben de ser buscadas por los Noxianos." Dijo Rhaast tras leer mis pensamientos.
"Buscadas? Como?"
"Eres idiota? Escucha Kayn, esas chicas van a ser las más buscadas por Noxus eventualmente. Piensa que ellas ni matan ni ocultan! Tu nunca dejaste a nadie vivo y nadie sabía de ti, hasta me robaste debajo de las narices de los Noxianos. Pero Zoe derrotó a un escuadrón entero dejándolos vivos! Han visto su apariencia y poderes, si no se oculta de alguna forma va a ser buscada con más eficacia."
Odiaba admitirlo, pero Rhaast tenía mucha razón en todos sus argumentos, y era algo tan obvio que había olvidado por completo.
Yo había olvidado... La razón por la que mataba. Dije a mi mismo, recordando que era por defensa propia y para evitar ser perseguido.
Rhaast aclaró un poco su garganta. "Debes alejarte de ellas lo antes posible, o te verás envuelto en demasiados problemas. Ya te cuesta llegar junto al Maestro Zed, imagínate si además cuidas de esas dos y te buscan el doble de personas. Así que, por lo que más quieras Kayn... No te encaríñes con esas mocosas, por tu propio bien.
