Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Al final, el tiempo pasa más rápido de lo que pensaba!
Me dije mientras caminaba por la nieve, observando la mano del gigante que había visto unos meses atrás con Kastor.
Esta vez estaba acompañado de los mandamases de las familias de Arbión, obviamente acompañada por mi madre, la actual Escama Azul.
Aristócratas y líderes militares caminaban gráciles sobre la nieve. Rodeándome...
Aqui también debió de estar mi padre.
Fue lo único que pude decir hacia mis adentros. Al fin y al cabo, estábamos pasando al lado de la casa de...
Mi pensamiento terminó ahí. Ya había hablado con el. Su condena ya fue en parte perdonada.
Yo ya no tengo relación con esa familia.
"Hazel." Me llamó mi madre, Ivaldi. "Como te encuentras...?"
Guardé silencio.
Había muchos años que sabia su verdadera naturaleza... No está preocupada por mi.
Está preocupada por su puesto y más específicamente por el legado de mi padre Yvent...
"Me encuentro estupendamente." Le dije con una sonrisa, a sabiendas de la peligrosidad de mi plan.
Mi madre abrió la boca para responder algo, parecía tener mucho de lo que hablar...
"Escama Azul! Céntrese en su cometido..." Le cortó tajantemente el guardaespaldas de la familia real, Konrad.
No hubo más palabras, y nuestro camino siguió más allá de la nieve, entre los árboles. Sin embargo, a pesar del frío... Sentía un calor abrasador arder dentro de mi.
Fuera el agua se congelaba al contacto con el aire...
Pero en mi interior?
En mi interior tenía una hoguera ardiendo hasta el cielo. Era emoción. Pasión. Fuerzas. Ganas...!
Cientos de sentimientos se quemaban en mi interior dándome todo lo que necesitaba para seguir. Claro, la idea de mi padre era buena, pero peligrosa.
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