Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Abrí los ojos lentamente. El agua se arremolinaba sobre mi con cada movimiento, y el frío me calaba hasta los huesos.
Donde está la moneda?! Me quejé buscando por todos lados el objeto perdido. Fue a lo lejos donde vi un brillo dorado, cerca de una persona que caía lentamente hacia el fondo del lago, lo reconocí al momento.
Streng el jefe de Kaen'ha agarró la moneda con su mano derecha, y se giró hacia mi.
Y-ya está... Ya acabó? Pregunté en mi cabeza, con un nudo de frustración atada a mi cuello.
El anciano se giró hacia mí y observó mis ojos a lo lejos. Hizo un gesto rúnico y... Nos hundimos.
PERO QUÉ?!
Sin si quiera tener tiempo a pensar, o a subir a por aire. Una fuerte corriente de agua me agarró por los hombros y me hundió en cuestión de segundos.
El agua que entraba por mi oídos me agitaba la cabeza, y la presión en mi pecho me apretaba como si de patadas se trataran.
Eso fue... Lo último que recordaba.
* * *
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"Huh? D-donde estoy...?" Pregunté cuando recuperé el conocimiento.
Estaba tirado a la orilla de una catarata, delante de mi, se encontraba un pontiagudo camino de rocas hacia una misteriosa luz azulada.
"Supongo que caí de la catarata a aquí... Pero donde está Streng?"
...!
Ese maldito... Fue el quien usó magia para hundirme! Mi sangre estaba ardiendo cuando recordé la escena completa. El viejo se había llevado la moneda y me había tratado de ahogar.
Pero aún no podía malgastar tiempo en enfados, ya que frente a mí se cernía una fría luz color azul de la que emanaba un sonido distante...
Pasos.
"Te vas a enterar, viejo." Sonreí a mis adentros mientras comenzaba a correr con el peso de mi ropa mojada hacia la salida.
El frío me calaba el cuerpo, y podía sentir las duras piedras bajo mis pies.
