Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Llegamos a Piltover unas horas atrás. Kayn se marchó en busca de un hotel según el mientras que nosotras viajábamos un poco por la ciudad.
El aire olía a aceite y maquinaria, además la tecnología que allí se encontraba era mucho más avanzada. "Jamás había visto tantas cosas automáticas!" Dije con emoción mientras apuntaba con el dedo distintas cosas nuevas para que las viese Tabira.
Heiger y Akali observaban las contradicciones anonadadas. Ninguna de nosotras había visto nada parecido en su vida!
Por fin, después de más de medio año de viajes, he llegado a Piltover! Tal y como le prometí a los abuelos Líming.
Pronto descubriría donde se encontraba la universidad del avance. Donde podría consultar la historia de Runaterra de los últimos siglos y preguntar a las personas más inteligentes del mundo por un camino que seguir para detener el hambre de conquista de Noxus, y acabar con esta guerra.
No pude evitar emocionarme. Sin embargo era demasiado pronto para ponerme a buscar la universidad! Ya que Heiger encontró por el rabillo del ojo un pequeño café donde sentarnos a hablar mientras esperamos a Kayn.
"Bien chicas, que quieren hacer?" Preguntó Akali tras pedir una infusión al camarero del establecimiento.
Heiger quedó pensativa, mientras que Tabira copiaba los gestos de la tabernera.
"Yo quiero ir a la universidad de Piltover para trabajar en mi objetivo. Aunque no me vendría mal descansar un poco de tanto viaje y acción..." Dije con honestidad a mis amigas.
Todas me escucharon atentamente, y Heiger reaccionó a mi respuesta. "Me gusta la idea! Yo acompañaré en el turismo de Piltover a Zoe. Además, estaba pensando que podríamos reunir a más luchadores y compañeros! La gente viene mucho a esta ciudad, por lo que seguramente haya gente fuerte como Kayn y Akali."
Las ideas de la tabernera eran convincentes.
"Pero aún tenemos que reunirnos con el que falta!" Nos recordó la joven tatuada que terminaba de beber su té.
Aparté la vista de nuestra mesa y observé una tienda de antigüedades y objetos varios. Además tenía un aire a biblioteca.
Hmmm.
"Esperen chicas. Deberíamos de empezar por conseguir un mapa!" Dije mientras apuntaba con mi pulgar hacia el establecimiento.
Tabira se levantó de la mesa y aproveché para darle la mano.
"Vuelvo enseguida!" Dije mientras me dirigía a por el mapa.
Había bastante gente que impedia ver lo que se encontraba dentro. Sin embargo, las palabras de los ciudadanos me hicieron recordar algo.
