Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"..."
"Kayn?"
"Espérate... Estoy analizando esto." Le dije con calma a Amilton.
Quedé pensativo, mirando mi mesa pero con la mente en cosas más importantes. El hielo de mi propio té se había derretido.
"Llevas pensando sobre lo que dije 20 minutos."
"Que sean 20 más."
...
Tomé aire y me eché para atrás en mi silla. "Podrías ir a llamar a Tabira un momento, Darius?"
El general asintió y caminó tranquilamente hacia las escaleras. Se me hacía raro verle con ropa normal. Siempre iba con sus pesadas armaduras o el traje de combate ligero.
"Bueno, Tabira tiene novio. No cambia tantas cosas... No?" Dijo Amilton con una voz suave mientras tragaba saliva.
Le mandé una mirada de represália. "Bueno para comenzar, Tabira nos escondió la existencia de ese chico. Además ahora va y le regala un traje por más de 2000 monedas de oro! Es una locura tras otra, debe de querer algo de ella...!" Dije con enfado demostrando mi punto y mi opinión a Amilton.
El Zaunita tragó un poco más de saliva, y aún más le costó... Cuando vió detrás de mí.
"Querer algo de quién?" Preguntó Zoe detrás de mí.
Me di la vuelta lentamente, y Darius sonreía con orgullo en una esquina de la habitación.
"... Te dije Tabira. Ella se llama Zoe, y ya la habías visto antes, Knuckle!" Me quejé hacia el señor, que rápidamente corrió sobre las escaleras para arreglar su error, desapareciendo su sonrisa al momento.
"Que está ocurriendo aquí?" Preguntó Zoe con enfado en su voz.
...
"Bueno, y cuánto tiempo más necesitará para pensar en el tema?" Preguntó Amilton.
Zoe estaba mirando hacia la mesa, pensando en lo que dijimos.
"16 minutos lleva..." Susurré a Amilton.
Hasta que finalmente salió Tabira, secándose el pelo y flotando ligeramente, como solía hacer Zoe.
Ella vio a sus padres sentados en la mesa, sin hablar. Totalmente sérios.
Darius estaba totalmente sereno al llamarla aunque fuera por otro motivo ella no lo sabría. Amilton estaba sin palabras, con los labios secos.
"Ahh...- e-esto, que sucede?" Preguntó Tabira con el corazón en la mano.
"Siéntate aquí, joven." Dije tratando de intimidar lo menos posible.
