Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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"Dime, que ves?" Preguntó el capitán mientras se acercaba a mí.
Me giré para observarlo. La verdad, no esperaba compañía en la borda a estas horas.
"Je... Lo único que hay aquí para mirar. Cientos de kilómetros de agua." Resoplé con cansancio.
El viejo se rió, y retiró de su cabeza su sombrero de marinero mostrando una pequeña calva. "No me refería a eso muchacho! Me refería a que veías en la tranquilidad del mar en la noche. Los viajes en mar llegan a ser un lienzo en blanco donde ordenar tus sentimientos e ideas."
Asentí en silencio. Era obvio que el señor buscaba conversación... Quizás pensó que podía ayudarme.
"Hum... Y entonces, que haces aquí?" Le pregunté al señor.
"Je... Salió perspicaz el muchacho." Resopló entre risas el marinero.
Sonreí levemente y quedé observando las olas chocar con el barco, y el silencio de la conversación era sustituido por el sonido del mar.
Las últimas horas de viaje no había sido capaz de dormir. Sentía una aguja clavada en mi corazón que no me dejaba apaciguar un descanso. Pero, tampoco podía rechazar la oportunidad de recibir consejo de alguien más sabio. Estaba en un momento en el que cualquier ayuda sería agradecida. "...veo... Soledad. El viento a esta hora está frío, pero cuando estoy en una cama vacía me congelo..."
El capitán del barco escuchó atentamente. En sus ojos había comprensión y empatía. "... Que pasó con ese amor?" Me preguntó con curiosidad.
"Nosotros debemos viajar separados por ahora... Espero que no sea muy largo, pero siento que sería un peso para ella y para mis amigos si los llevase conmigo. Además, es algo que debo hacer solo. Últimamente mi vida a dado varias vueltas y no sé qué hacer! Cada día tengo que tomar una decisión más difícil que la anterior y pienso en varias cosas que-...! No sé...! Simplemente... No sé."
Guardé silencio rápidamente. No estaba llegando a nada. En mi cabeza solo había una maraña de sentimientos e ideas descolocados, y ninguna tenía una manera sencilla de ser explicada.
Yo... No quiero volver a la orden de las sombras. Ellos me acogieron, y me entrenaron para vengarme de Noxus. Y lo haré! Pero... No a su manera. Ambos bandos buscan la muerte del prójimo, tanto culpables como inocentes. Yo quiero salvar a Ionia de las garras de los Noxianos, pero a mí manera. A la manera de Zoe.
Aunque les este agradecido... Yo soy yo, y tengo derecho a elegir un camino distinto... Pero siento que a largo plazo eso me dará problemas.
"Como sea... Que tal usted?" Le pregunté al marinero de nombre desconocido, que continuaba observando el mar con nostalgia y felicidad.
El marinero hinchó sus pulmones de aire con una sonrisa, antes de empezar a hablar. "...bueno... Hace unos años falleció mi esposa. Mi única familia... Supongo que te parecerá raro que hable de esto con un desconocido, pero no tengo a nadie con quién desahogarme."
