Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
"Huh... Así que trajiste a un borracho herido?" Preguntó uno de los jóvenes después de escuchar mi explicación conmigo llevando al señor del tatuaje en la lengua.
Tedyor observó desde lejos. Todos lo miraban en busca de opinión, queriendo saber si era de su agrado el plan de traer a alguien de aquella desconocida banda.
"Queremos lo mismo, Tedyor." Dije con voz cargante. Y en efecto, se limitó a suspirar y acercarse al herido.
...
"Cuánto tardará en despertar?" Preguntó mientras veía la sangre seca que antes brotaba de su cabeza.
Sonreí para mis adentros un momento. "Puesss... Ni idea."
Quedamos mirando al desmayado malhechor que teníamos frente a nosotros, todos los refugiados de todas las edades nos observaban a la distancia.
Pero no había miedo.
Esta vez... Eran ellos los que se encontraban en la boca del lobo, y nosotros teníamos a su presa.
"... Eh...? Donde estoy...?" Preguntó desconcertadamente el señor mientras se despertaba lentamente.
Tedyor lo agarró por una pierna y lo levantó sobre el suelo, solo con un brazo. "Vamos a hablar un poco."
Como era obvio, lo seguí con esperanzas de sacar información de su banda. Y juntos caminamos hacia una habitación a oscuras y vacía.
Cuando encendió una vela pude ver algunos frascos con medicinas, vendas por el suelo y algún otro medicamento en agua.
Lanzó al malhechor, el cual cayó en mitad del suelo.
"Como te llamas." Tedyor le exigió.
El señor tosió un momento y se medio levantó. "... Cabrón."
"Gracias. Nombre?"
Decidí no hablar mientras la lengua tatuada no respondiera la pregunta de mi compañero.
"... Sapien Tiller."
Lo anoté rápidamente en un cuaderno vacío cerca de mí y me dispuse a realizar mi primera pregunta.
"Bueno-... Sapien. Para quien trabajas?"
El hombre se relamió sus grotescos labios cortados un segundo, antes de responder. "No tengo porqué decirlo."
Tedyor por su parte se echó a reír. "Aún no eres consciente de tu situación, compatriota?"
Mostré mi arma brillante, ahora manchada ligeramente de sangre seca. Mientras Tedyor mostraba su arma escondida... Un hacha de una mano casi tan alta como yo, la cual levantaba con extremada facilidad.
Sapien tragó saliva. "T-trabajo para Lord Cochrane! El gran señor de la frontera! Pero por favor, no me hagan daño..." Suplicó desesperadamente.
