Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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Pude visualizar en su rostro algo extraño en Tedyor. Sus ojos grises como el acero temblaron, su garganta pareció hincharse y sus músculos se tensaron.
El aire mismo de la habitación pareció asfixiante. "DAME TU MEJOR COMBATE, GRANDIOSO EKKO!"
Echó a correr hacia mí, mucho más rápido de lo que podía protegerme. De una patada me lanzó através de la habitación.
No era lo mismo verle pelear, que pelear contra el. Mi cuerpo entero comenzó a temblar del dolor cuando por fin caí al suelo. "Esperaba más..." Le dije riéndome un poco de la situación, aunque casi no contenía las lágrimas.
Su expresión cambió.
...!
Aún bloqueando con mi aguja de reloj, su hacha atravesó mi arma y me asestó un ligero pero profundo corte en el brazo.
La sangre salpicó su rostro, y Tedyor de una patada en la rodilla me tumbó en el suelo, levantando su hacha para acabar con el trabajo de un corte en la cabeza.
Maldición... Tan pronto?!
Tiré de la palanca. El tiempo se detuvo y comenzó a rebobinar los objetos a nuestro alrededor, el aire de dentro de mi cuerpo se desplazó y salió, como si me forzara a expirar para inspirar de nuevo.
"Chronobrake..." Susurré mientras observaba frente a mí a Tedyor.
"DAME TU MEJOR COMBATE, GRANDIOSO EKKO!"
Comenzó a correr hacia mí, igualmente como un borrón. Salté poniendo mi pierna derecha frente a el. Me impulsé con su velocidad y me giré en el aire para asestarle un golpe directo al cuello, pero se giró igualmente rápido y golpeó mi arma, mandándola lejos de mí.
"Algo más?!" Me reí. Otra vez, su expresión cambió, pero ahora observaba más curiosamente mi herida del brazo, una herida que el aún no había hecho...
Igualmente soltó un gran tajo hacia mí, el cual falló debido a mi propia caída al suelo.
Ese fallo me permitió correr hacia mi arma, lanzando mis artefactos hacia el para golpearlo.
Y dieron, y pude escuchar algo crujir dentro de él por el daño del artefacto lleno de energía, pero igualmente no se detuvo. Saltó sobre mi con expresión terrorífica y yo esquivé como pude, asestando un golpe directo a su cabeza con mi aguja de reloj.
Le arranqué dos dientes del lado derecho, una muela y un colmillo.
"Vaya! Esa estuvo buena!" Se mofó Tedyor mientras giraba su hacha, aprovechando el impulso de mi propio ataque.
Puse mi arma por delante, y una vez más la cortó en dos.
Igualmente la hoja de su arma no se detuvo completamente y volvió a cortarme, esta vez desgarrando gran parte de mi antebrazo.
