Dos jóvenes totalmente distintos. Shieda Kayn el portador de un Darkin llamado y Rhaast y Zoe el aspecto del crepúsculo se encontrarán en Ionia, un país de Runaterra.
Donde la joven maga deberá pagar por la negligencia de su actitud, ya que se negó...
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El viejo Líming me llevó antes del amanecer para aprender a hacer fuego. Y era algo de lo que era capaz... Pero no me dejó hacer incendios forestales. Tampoco es que quisiese quemar un bosque tan bonito, pero era más fácil para mí hacer un gran fuego y usar un poco de este.
Me fue difícil hacer una hoguera que no prendiese en llamas un árbol cercano, tanto así que se hizo de día antes de que hiciese una hoguera no mortal.
Los primeros rayos de sol del día se escapan fríamente entre las ramas del bosque. Cada vez que respiraba soltaba una bola de vapor que flotaba al cielo, para desvanecerse.
"Como una nube." Dijo El abuelo a mis espaldas, antes de mostrar una gran sonrisa. Había estado viéndome hacer bolas de vapor, mientras se reía a sus adentros.
Al ver su sonrisa empecé a pensar en una cosa...
...creo que ellos tres son, de hecho, las personas que más respeto! Ellos me acogieron y me pusieron comida en el plato, también lavaron mis ropas y me ofrecieron un lugar donde dormir...
"Todos vosotros sois mejores que el perro espacial." Reí al cielo. Quizás me escucha y todo!
"Perro espacial?"
Seguí riendo, tan fuerte que empecé a flotar en el aire sin darme cuenta. El anciano Líming se limitó a reír por mi situación, como una risa contagiosa.
"JAJAJAJjajajaja-no en serio de que estamos hablando?
* * *
La mañana se extendía en el firmamento cuanto por fin, conseguí hacer la hoguera perfecta.
La técnica de hojas secas y grava era buena, pero una vez dominado mis ataques mágicos, fui capaz de sustituir las roquitas por mi magia, lo cual lo hacía mucho más fácil.
No pude evitar mirar al cielo y observar la luna, aún visible pese al cielo azul que se erguia sobre todos. Runaterra es tan bonita... Porque tiene que estar en guerra?
Una pequeña voz inocente vino de mi espalda, sacándome completamente de mis pensamientos.
"Zoe! Zoe!" Venía llamándome Tabira, corriendo a mis brazos. La niña saltó a mi encuentro, obligándome a agarrarla al vuelo.
"No deberías de saltar así a gente que no conoces! Y si no te agarran...?" Dije a la pequeña Líming.
Ella solo se rió de mi como si hubiese dicho un buen chiste. "Yo te conozco! Somos amigos! Y tu no dejarías caerme, verdad?" Dijo inocentemente con ojos llenos de confianza.
Yo solo suspiré y sonreí de vuelta a la pequeña bolita que sostenían mis brazos. "No me dejarías caer" simplemente dije, corrigiendo su frase.
Tabira extendió uno de sus dedos y apuntó a algún sitio dentro del bosque. "El abu dice que comeremos conejo, y quiere que vayas."
Yo miré a donde apuntaba y asentí, elevándonos a las dos en el aire y yendo al sitio donde la pequeña apuntaba.
