Styles II [H.S] Terminada

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Kendra

No importaba que hiciera, siempre terminaría como una estupida frente a Harry cuando _____ le llamara. Y no sabía que me daba más coraje, si el hecho de que por ella si era capa de dejar todo, incluso un concierto importante, o que simplemente yo no fuera ella.

¿De que manera podía competir contra _____?

<<No puedes>>

Sufría por dentro cada que sus ojos se iluminaban al mencionarla. Sabía que era amor, uno puro y sincero. El mío solo no era correspondido, y posiblemente jamás lo sería. Moriría sin poder ser confesado, así como mis labios jamás volverían a ser tocados por él.

—¿Ma? Te estoy hablando—asentí a Aria

—Si, te escuche—mentí distraída

—Mentiras, de lo contrario ya me estarías gritando—rió, recordándome a Harry como siempre—¿Te sientes bien?

—Te pareces tanto a tu padre—acaricie su mejilla al borde de las lagrimas

Bastaba con mirar a Aria para recordar como estuve entre los brazos de Harry años atrás.

¿Por que hasta ahora me afectaba?

—¿Tu crees?

—No tengo la menor duda

Suspire, dejando pensativa a Aria

—Ma, quiero que seas feliz—murmuro algo triste

—Pero si lo soy, amor—intente sonreír

—Habló de que quiero que encuentres un amor bonito. Una pareja que te haga feliz

—Mi tiempo para esas cosas ya pasó

—Entonces, ¿dime por qué te brillan los ojos cuando ves a papá Harry?

—¿Que dijiste?

Voltee hacia la puerta, asustada. Aria solo abrió los ojos enormemente.

Mi cara se enrojeció como si le hubieran dado un gran golpe. Ahora tendría que dar muchas explicaciones.

Freddie

Preocupado por la ausencia de Darcy, decidí ir a su nuevo hogar para saber lo que ocurría. No contestaba mis llamadas, y ya estaba pensando en lo peor del mundo. Sin embargo, trataba de tranquilizarme en el camino, ya que quizás a quien encontraría echa un mar de lágrimas sería a su madre por los recientes acontecimientos con su marido. También por ello deseaba estar cerca de Darcy. En el fondo le afectaba lo que ocurría en su familia.

"No se si resistan" eran las palabras que había escuchado decir a mi padre respecto a ellos. Al parecer todos esperaban lo peor. Yo solo podía pensar en no dejarla sola.

Toque a su puerta con una enorme sonrisa, misma que se me borró al ver quien atendía.

—Freddie, ¡que milagro verte!—sonrió con esa estupida sonrisa que a muchas les mojaban las bragas. A mi solo me daban ganas de arrancársela a golpes

—¿Tu qué haces aquí? ¿Donde está Darcy?—intente pasar, pero él me frenó poniendo el brazo musculoso sobre la entrada

¿Quien demonios se creía que era?

—¿Para que la necesitas?—realmente deseaba golpear su rostro y quitarle esa maldita sonrisa

—Eso no es asunto tuyo. En donde está Darcy. ¡Darcy!—comencé a gritar hasta que ella apareció a paso lento