33

238 17 0
                                    


                               33

Louis

El mundo se detuvo para mí en cuanto vi como mi niña se desplomaba desde las alturas. Mi corazón se detuvo al igual que mi respiración por algunos segundos que me parecieron horas. La garganta se me seco y no podía gritar su nombre. La distancia se hizo aún más larga y yo no podía llegar tan fácil a mi niña. Allí, en ese escenario yacía mi Aria con un semblante serio y sin color alguno. Todos mis músculos despertaron por lo que aproveche para correr hasta donde se encontraba mi hija.

-Mi amor-murmuré muerto del miedo cuando llegue a su lado.

No se movía pero respiraba. Aún así, mi hija no respondía a nuestros llamados. Kendra a mi lado sollozaba y podía ver cómo sus manos temblaban.

¿Que había ocurrido?

Todo fue tan rápido que no supe en qué momento la música se detuvo y todo a nuestro al rededor quedo en silencio. Ella solo se desplomó y ya no despertó.

-Necesito saber algo, está espera me está matando-habló Kendra una vez que estuvimos en el hospital. Ella no dejaba de caminar de un lado hacia otro por lo nerviosa que se encontraba. Yo solo le rogaba a mi madre que desde el cielo cuidará a Aria, y que no dejará que nada malo lo ocurriese.

-Me muero si algo le llega a pasar-Kendra me miró y asintió. Sus ojos se encontraban muy rojos por tanto llanto.

-Tengamos fe-se sentó a mi lado y apretó mi mano. Yo hice lo mismo. En este momento nos necesitábamos.

-¿Familiares de la señorita Aria Tomlinson?

Kendra y yo nos pusimos de inmediato de pie.

-¿Que tiene mi hija?-preguntó Kendra

-Díganos algo, es nuestra hija-hable desesperado

-Acompáñenme por favor, necesito hablar con ustedes

La mirada de Kendra y la mía se cruzaron.

!Mamá, ayúdanos!.

Darcy

Estaba que no me calentaba ni el maldito sol, así lo tuviera a corta distancia de mi. ¿La razón de mi enojo? Pues verán, cuando la chica torpe hizo su papelito de niña desmayada todo mundo le presto atención. Incluso el tío Louis, lo cual no dejaba de extrañarme. Por si fuera poco, los del concurso sintieron lástima por esa idiota que decidieron darle el triunfo a su equipo. Les juro que me destruyo el alma el ver la carita de derrota de mi prima y de sus compañeros. No se me hacía para nada justo lo que estaba ocurriendo.

¿La cereza del pastel?. Theo Maldito Horan se había ido al hospital tras esa chica torpe solo para ver cómo se encontraba. Yo realmente  no entendía que era lo que había dentro del cerebro de algunos hombres, por no decir que de la mayoría. Veían cualquier cara bonita y ya iban tras ella como si fueran perritos tras su hueso.

-¿Sigues molesta?-preguntó Lux entrando a mi habitación

No quise ni siquiera mirarla

-¿Tú que crees?-hable hostil. Ella no tenía la culpa pero no podía soportar esto. Muchos decían que mi carácter era explosivo, una mezcla entre Harry y ________.

-Lo entiendo, creo que no me gustaría para nada ver cómo mi novio le coquetea a otra, y además va tras ella.

-Enzo es tu novio, ahí está la diferencia. Tú sí podrías reclamarle, yo no puedo hacer absolutamente nada con Theo. Solo callar y llorar-me limpie molesta una lagrima. Odiaba verme frágil ante los demás.

-En ese caso tienes razón-suspiro

-Mejor déjame sola, ¿si?. En este momento no soy un buen acompañamiento. Sabes cómo me pongo cuando algo me molesta realmente, así que no quiero desquitarme contigo-pedí lo más amable que en estas situaciones podía

-Bien, me voy solo porque no quiero que me golpees-rió intentando que yo lo hiciera

Al ver que yo no cedía prefirió marcharse. No pasaron ni cinco minutos cuando mamá entraba por la puerta. ¿Que nadie me podía dejar sola?. Quería gritar en paz, aventar las cosas, golpear la pared y todo eso que me funcionaba cuando explotaba. No quería herir a nadie con mis palabras. Papá siempre decía que una palabra dolía mucho más que mil golpes, y era cierto.

-Ahora no ________-apreté los dientes

-Solo para que hagas tu equipaje, nos vamos mañana a primera hora

-Gracias, ya puedes irte-los ojos me picaban de las lágrimas que estaba conteniendo. No sabía si eran de dolor, rabia o algo más.

-Darcy-mamá suspiro tratando de decirme algo-Theo se quedará aquí. Hablo con su papá y le pidió dinero para él poder regresarse después a Londres. Se quedará aquí con esa chica.

Y llore abrazando mi almohada fuertemente. Me debilite ante mi madre, pero no importaba porque ella desde el primer día en que nací me vio llorando. Era mamá, con ella si tenía permitido mostrarme tal cual, porque ella no se burlaría de mis sentimientos. Ni ella, ni papá lo harían.

-!Maldito seas Theo Horan!-lo maldije entre gritos y lágrimas.

Mamá llego a mi lado y me abrazo fuertemente. Estrechándome siempre contra su cálido pecho.

-Deja de llorar bebé, todo estará bien. Es una señal.

No quiero ni imaginarme lo que sufre cada chica por amor.

Agradecía tener a mi madre cerca todo el tiempo.

Styles II [H.S] Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora