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Freddie

Risas y más risas retumbaban por toda la habitación de Darcy. La suya y la mía se mezclaban como una tierna y dulce melodía. Quise hacer memoria de cuando fue la ultima vez que la había pasado tan bien con alguien, y ciertamente esta era la primera vez. Quizás era la compañía, pero lo cierto aquí era que no me veía en ningún otro lugar más que con ella.

—Eres un chico sireno—bromeó

—Amo el mar, amo nadar—suspire sonriente—Solo por ello viajó a visitar a mamá, no tanto por estar con ella y su marido.

—¿Y qué hay de tu hermanita?

—Es una bebé, no hay mucho que hacer. Además, el marido de mamá me odia. No me deja pasar mucho tiempo con ella.

—¡Vaya familia la que nos tocó!—rodo los ojos

Y como si hubiéramos invocado los problemas familiares, afuera de la habitación se comenzaron a escuchar gritos. No como si estuviesen matando a alguien, pero si estaban elevando demasiado la voz.

—¿Que es todo ese ruido afuera?—pregunto frunciendo el ceño—No dejan platicar

—Ni idea. Déjame checar para correrlos

—Mi salvador—bromeó con una hermosa sonrisa que jamás pensé que me regalaría.

Estar tan cerca de ella parecía irreal.

Quería que nadie nos molestara, y quien estaba gritando, me molestaba de sobre manera. Para mi sorpresa, apenas abrir la puerta vi que quienes discutían eran los Styles. Se estaban haciendo de palabras fuertes a pasos de la habitación de Darcy.

—¿Quienes son?—quiso saber desde su cama

Agradecía que no se pudiera mover de la cama o se daría cuenta de la discusión.

—Un par de viejitos—mentí—Iré a decirles que se marchen—comente sonriente intentando no mostrarme nervioso 

—¿Me podrías traer una malteada de paso?—hizo un puchero que moría de ganas de ir corriendo a besarla

—¿Fresa con chocolate y chispas de menta?

Abrió los ojos impresionada

—¡Es mi favorita!

—Lo se—le guiñe un ojo, orgulloso de mi buena memoria. O mejor dicho, de prestar atención a todos los pequeños detalles. 

Realmente temía estar en un sueño y despertar a una horrible realidad. Pasando mis horas con Darcy el tiempo no parecía avanzar. Quería demostrarle todo lo que mi corazón sentía. Para mi mala suerte, Ivanna no se merecía que yo estuviese pasándome de lo más lindo con Darcy.

Quise borrar cualquier culpa y solo enfocarme en que Darcy no se sintiera tan sola, menos cuando su familia no paraba de discutir.

Cerré la puerta tras de mi, y todas las miradas se fijaron en mi. Los aún señores Styles, se encaminaron a la habitación de su hija, mientras que Dylan camino hacia mi con un rostro molesto.

—¿Que hacías en la habitación de mi hermana? 

—Cuidándola mientras ustedes venían—comenté de lo más tranquilo

—¿A caso estás jugando con mi hermana?

—Conoces mis sentimientos hacia ella, ¿por que jugaría?

—¿Quizás por qué eres novio de Ivanna?—ironizó

— Solo estoy apoyando a tu hermana como se lo prometí

Styles II [H.S] Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora