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—Mi niña, ya llego Harry

Le había pedido a Nana que me avisara cuando Harry hubiese llegado a la casa para así poder hablar con el y dejar todo esto en claro de una buena vez. No quería andarme con rodeos, mas bien no podíamos. Éramos un matrimonio y se tenían que poner las cartas sobre la mesa.

—¿Puedes decirle que venga, por favor?

Mientras Nana se iba y Harry venia, me esforcé más en el saco de boxeo que tenía frente a mí. Era excelente tener un gimnasio en casa, así en cualquier momento podías enfocar tu fuerza en un costal y no pensar en estampar tu puño sobre la cara de tu perfecto marido.

—¿Debo cubrir mi rostro? —aun después de escuchar su voz detrás de mí, continúe golpeando el saco con un poco mas de fuerza.

Tenia que dejar ir mi furia para no gritarle.

—No será necesario

Regule mi respiración, tome una toalla y limpie mi frente. Harry me veía en mi ropa deportiva y solo mordía su labio. No sabía si por mí, o por lo nervioso que estaba.

—¿Ya te sientes mejor?

—Eso depende de ti—le mostré en mi celular una nota que hablaba sobre lo ocurrido esa mañana en el hospital. Él solo negaba—¿No qué? ¿no eras tu?

—Lo era, pero no es lo que estas pensando en esa cabecita loca

—No estoy pensando en nada. Pero si quiero que me digas que esta ocurriendo

—Quería saber como estaba Aria—encogió sus hombros y metió sus manos en los bolsillos.

Estaba nervioso, pero, ¿de qué?

—Pudiste haber hecho una llamada, lo sabes

—Llegue al trabajo y no podía concentrarme. Mi mente no estaba en lo que hacía, y sabía que era por ella. Es mi hija, ____.

—Eso aun no lo sabes—me apresure a decir

—No empecemos con las discusiones de nuevo, ¿quieres? —tomo asiento sobre la bicicleta y extendió sus manos hacia a mí. Lo ignore, no quería que me tocara

—Yo no empiezo nada, eres tu el que ocasiona todo esto—suspire cansada—Harry, habíamos quedado en algo. Esperaríamos por los resultados y después actuaríamos

—¡Pues entiende que no podía esperar¡. El tiempo corre y yo no quiero perder a mi hija sin siquiera poder conocerla.

Sus palabras me causaban cierta extrañes. Hablaba de ¨su hija¨ pero claramente no eran nuestras niñas.

—Se esta haciendo lo mejor que se puede. Matt la está vigilando día y noche. Ella se encuentra bien. Pero yo no—confesé—Mi madre llamo preocupada al ver la foto de ti llevándole rosas a la madre de Aria.

—No eran para Kendra, eran para Aria. Cumplí lo que me dijiste, que no me acercara a ella. Por eso le entregue las rosas a Kendra.

—Te estas dejando ver en publico cerca de ellas cuando aun no tenemos los resultados. ¡No quiero quedar ante todos como la pobre esposa a la que le están poniendo los cuernos¡

—¡Entonces eso es lo que te preocupa¡

Volvíamos a elevar la voz. Antes jamás lo hacíamos tan seguido. Simplemente no lo hacíamos.

Ambos mantuvimos la habitación en silencio. Nos conocíamos, y por ello nos callábamos para tranquilizarnos. No podíamos llevar esto a otro nivel.

—Me preocupan los niños y la familia—hable tras tranquilizarme de nuevo—Lo que menos quiero es que se vean afectados por esto.

—Por eso te dije que habláramos con ellos

—Y lo haremos—lo interrumpí de inmediato—Pero hasta que no tengamos los resultados. Mientras no pienso hablar con ellos sobre algo que aun no es claro al menos para mí. Solo quiero que esperes, es lo único que te pido.

—Si eso te mantiene mas tranquila, entonces se hará—accedió poniéndose de pie. Cuando pensé que se retiraría, se acerco a mi para acariciar mi mejilla—No quiero que esto nos cause conflictos. Te amo, y no sabes cual horrible fue dormir y despertar sin ti a mi lado, aun sabiendo que estabas en la casa.

—Se vienen días difíciles, y no podemos permitirnos discutir y llegar a estos puntos de rabia. Somos un equipo y tendremos que lidiar con esto juntos. Porque a la próxima quien duerma incomodo, serás tu—logre sacarle una sonrisa. De esas que me mataban.

Él era ese chico que te encontrabas un lunes, sonreía y joder, de pronto todo parecía viernes. Así me hacia sentir, él. Harry con una simple sonrisa me calmaba, me animaba a seguir adelante y que las preocupaciones se quedaran atrás. Por eso y mas lo amaba. 

Harry

Mi equipo, mi mejor amiga, mi confidente, mi amante, la madre de mis hijos, la mujer de mi vida. Eso y mas era ____ para mí. La amaba tanto que la idea de estar distanciados me alteraba todo el día. Y sabia que a ella también.

—Nadie tiene que dormir en el sofá, porque no habrá próxima vez—acaricie su mejilla, porque si un día perdía mi vista, quería que mis dedos la recordaran a la perfección—Ahora, ¿Qué te parece si nos vamos al ático para que no nos escuchen los chicos cuando lleguen?

—¿Qué tienes pensado hacer? —miraba mis labios

—Solo demostrarte cuanto te amo. Tan solo déjame adorarte. 

Styles II [H.S] Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora