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Harry estaba feliz, no paraba de repetírmelo una y otra vez. Quería que siempre lo fuera, que no apagara su sonrisa por nadie, ni siquiera por mí. Era como un niño pequeño el que llevas a comer y va y se divierte enormemente en los juegos del lugar para después regresar, darle algunas mordidas a su hamburguesa y repetirte de nueva cuenta lo feliz que esta contigo por haberlo llevado a ese lugar a divertirse.

Sonreí, porque me recordaba en especifico a Dylan cuando era un niño. Y fue en este momento que la imagen de una Kendra mas joven llevando a una pequeña Aria a los juegos, entro en mi cabeza. Yo había tenido la dicha de poder llevar junto a mi esposo a lo niños para que se divirtieran. Harry algunas veces se metía con ellos incluso cuando me llamaban a mi la atención porque él era demasiado grande para estar dentro. Eso es algo por lo que Aria no paso. No digo que Kendra fuera una mala madre, estoy segura de que como yo, solo se preocupaba por el bienestar de su hija, pero, ¿Por qué no contar con Harry?.

Para mi eso es algo tan egoísta de asimilar. Mi Harry no estuvo con ella, pero, aun así, él ahora es feliz.

—¿Todo bien, amor? —pregunto dándole otra mordida a su hamburguesa

—Si, todo perfecto—sonreí—Es solo que te veo y es como si estuviera con Dylan cuando era mas pequeño. Tienes ese mismo brillo en los ojos

—Ese brillo es porque tengo frente de mi a la mujer mas hermosa del planeta tierra

¿Ya había comentado que amaba estos momentos? Pues bueno, los amaba con locura.

—¿Aun no se te va ese brillo al mirarme?

—¡Jamás! —negó tajante—Te amo tanto como la primera vez que te vi

—¡Que mentiroso! —reí—¿Ya sabias que me amabas cuando me conociste?

—¿Lo dudas? —enarco la ceja—En cuanto te vi supe que me casaría contigo, y mira, aun seguimos juntos. Y lo que nos falta

—En las buenas y en las malas—suspire

—Tu eres la chica de mi historia. Eres justo como te imagine en mis sueños

Acaricio mi mejilla con delicadeza, justo cuando éramos novios. Y me fue imposible no pensar en que, si él y yo no nos hubiéramos separado un tiempo en el pasado, tal vez él jamás se hubiera enrollado con Kendra. Pero como siempre lo digo, el hubiera no existe.

—Jamás dejare de amarte, ¿sabes?

—¿Y por qué dejarías de hacerlo? —beso mis labios con tanto amor que cualquier miedo se evaporo de mí.

Me dio la fuerza que necesitaba para seguir adelante con esto. Para juntos afrontar todo lo que se nos venía.

—Te amo enormemente—susurre en sus labios con una enorme sonrisa—Ahora vámonos, que hoy irán los chicos a comer. Hay que hablar con ellos.

—Pensé que primero hablaríamos con los niños

—Ya organicé todo, no me muevas los planes—bromeé, aunque dolía—Mis padres ya llegaron a la ciudad, así que los niños se irán a quedar con ellos.

—Noche de amantes—acaricio mi pierna por debajo de la mesa

Me ruborice

—Quizás.....

Esa noche despedimos a los niños, que estaban felices de que sus abuelos estuvieran en la ciudad, por lo que, tras pedirle, o mejor dicho rogarle a Darcy que se portara bien, los dejamos marchar teniendo por algunos minutos la casa sola. Minutos que agradecí para pensar bien en lo que pasaría de aquí en adelante.

Styles II [H.S] Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora