Styles II [H.S] Terminada

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La cabeza comenzaba a punzarme, sentía que estaba por estallar por tantos pensamientos que han pasado por ella en los anteriores 60 minutos mas largos de mi vida. No encontraba explicación, ni mucho menos consuelo. Tal vez todo había ocurrido hace tiempo atrás, pero se fueron acumulando que al momento de soltar la noticia todo había explotado cual bomba para mí. No me era ni me será fácil asimilar el hecho de que mi marido, el hombre con el que voy a pasar el resto de mi vida, ahora tenga otra hija.

No quería sentirme celosa, pero por alguna razón lo estaba y eso me aterraba. Yo confiaba en Harry, confió en él.

—¡Por que a nosotros! —aventé una almohada a la puerta.

Volví a sollozar. Me estaba agotando tanto física como mentalmente.

¿Cómo le diría a Harry que tiene una hija?. Su solo pensamiento me provoca nauseas.

—¡Ayúdame, Dios! —rogué sin encontrar respuesta

Buscando algo de aire me puse de pie, acercándome a la ventana. El solo sentir el fresco en mi rostro calmo un poco mis nervios, pero no era suficiente.

Cinco minutos mas tarde, tras seguir en la ventana con la mirada y la mente perdida, escuche como la puerta se abría. Fue en ese momento que desee no poder mirar a Harry. No quería volver a debilitarme cuando apenas empiezo a reponerme. Lo ultimo que esperaba era decir alguna estupidez y que las cosas se jodieran. Ya no necesitaba mas problemas, no ahora.

—¿Cómo esta mi enfermita? —su voz tranquila me altero. Cerré los ojos, pero sabia que seria imposible calmarme. Las lagrimas regresaban a brotar.

En el fondo temía verlo a los ojos e imaginarme aquel momento que me narro Kendra, ese donde los dos se volvían uno solo.

—Harry....

Sollocé y me di la vuelta aun con los ojos cerrados. Estaba aterrada

—Mi amor, ¿Qué sucede? —su voz ahora era preocupada—Bonita, no me asustes

Me abrazo y fuertemente me aferre a él, a mi compañero. No quería perderlo, era mi otra mitad.

—No puedo, Harry—negué separándome de él para por fin abrir los ojos—Esto me esta matando

Su rostro reflejaba completa confusión. Pero a mi no me salía otra cosa. No aún.

—Cálmate bonita, tienes que respirar para tranquilizarte. Aquí estoy yo, no me iré de aquí

Prometió besando mi frente cariñosamente.

<<¿Cómo no amarlo?>>

Después de algunos minutos que me parecieron siglos, logre tranquilizarme un poco. Harry siempre lo lograba, podía tranquilizarme al instante con solo mirarme en sus ojos.

—¿Mejor? —pregunto a lo que asentí—¿Quieres hablar de ello? —volví a asentir

Llegamos a la cama donde tomamos asiento. Harry en ningún momento soltó mis manos.

—¿Qué te tiene de esa manera? Nana me dijo que estabas enferma

Negué limpiando mi nariz con un kleenex.

—Es una historia tan larga, que siento que me va a quemar la garganta al decirlo—admití—Aun ni siquiera lo digiero. Lo lamento

—No pasa nada, sabes que aquí estoy para lo que necesites. Somo un equipo, mi vida. Juntos hasta el fin ¿lo recuerdas? —sonrió un poco. Sabía que se encontraba sufriendo por no saber que me ocurría, así que no quise alargar más las cosas