Styles II [H.S] Terminada

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Dylan

En mi vieja guitarra, regalada por mis abuelos, tarareaba una canción que había escrito pensando en Linnett y en todo aquello que no lograba entender. ¿Por qué me evitaba? No existía un solo día en que ella pasara de largo sin mirarme. Ya no era nadie para ella, volvía a ser aquel chico invisible de siempre y me dolía. ¿De que había servido vencer mi timidez para acercarme a ella?. No encontraba respuesta, solo sabia que la quería. Aun si me ignoraba, para mi ella seguía siendo en lo único en que mi mente podía pensar día y noche sin parar.

—Completamente solo en mi habitación esperando que tu llamada llegue pronto.... todo va a estar bien—cante empapando con mi llanto el cuadernillo en donde estaba escrita la canción y las notas

—¡Wow!, ¿quién te tiene de esa manera? —baje la vista apenado con mi hermana—No, no te avergüences. Dy, tienes una excelente voz—elogio sacándome una pequeña sonrisa

—Gracias, no es nada—limpie mi rostro tras dejar la guitarra sobre mi cama

—Nunca te había escuchado cantar, y es extraño porque soy tu hermana y vivimos bajo el mismo techo—confeso acercando una silla hacia mí para sentarse—A veces siento que no te conozco realmente, ¿sabes?

—Cada quien está enfocado en lo suyo—murmure cabizbajo

—Pero no por ello dejas de ser mi hermano. Eres tan reservado con todos....—acaricio mi mejilla con una dulce sonrisa—Y no deberías de serlo con tu familia. Todos te amamos, lo sabes ¿verdad?

Asentí

—Intento cambiar

—Creo que en parte no es todo tu culpa—suspiro despacio—Por ser hombre llegue a pensar que hablarías más con papá, y que no necesitarías de tus hermanas.

—Siempre necesitare de mi familia

—No me hagas llorar o lo lamentaras—bromeo dándome un golpecito en el hombro—Mejor dime, ¿Para quién es esa hermosa canción? Y por favor no me digas que para Kathia porque la mato...

—No, no es para ella—negué riendo tímidamente—¿Conoces a Linnett?

—¡Claro! Es la chica bonita que se junta con esa perra—rodo los ojos para después sonreír—Te gusta mucho, ¿cierto?

—Como nunca me había gustado alguien—abrace mi guitarra

—¿Y? —movió las manos en busca de más conversación

—Nada, solo me gusta. Pensé que éramos amigos, pero, ha estado evitándome estos días

—Tal vez esta en su periodo—se encogió de hombros como si nada—Olvídalo, eso suena terrible hasta para mí—negó—Dale tiempo, a veces las mujeres solemos ser bastantes extrañas cuando un chico nos gusta. Solo sigue haciendo tu intento, no pierdes nada.

—No sé, ¿Qué tal si se molesta?

—Las mujeres no odiamos la atención, créeme. Y déjame te digo que, si te llega a escuchar cantar, la terminarías de enamorar.

—¿Crees que canto bien? No siento que tenga buena voz

—¡Por dios, eres un Styles!

—Eso no me garantiza nada, las enanas no cantan bien—bromee con una risita

—Les falta crecer, es todo. En fin, mama desde temprano salió con papa, y ya es hora de cenar.... ¿Qué te parece si preparamos una cena junto con las enanas?

—Me parece bien, hay que celebrar que ya se recupero

—¡Excelente!

Esa noche nos divertimos los cuatro como nunca en la vida. Reímos, bromeamos, nos abrazamos y todas esas cosas que hacen los hermanos. Las tres tenían estos momentos seguido, pero yo al alejarme me los perdía. Sabia que la culpa era mía, pero en verdad quería arreglar las cosas. Deseaba tener una excelente relación con mis hermanas, justo como mi padre se llevaba con la tía Gemma.