Styles II [H.S] Terminada

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Louis

Después de un día tan largo en el hospital, Freddie y yo habíamos optado por venir a casa a descansar. Kendra se quedaría cuidando a Aria toda la noche, mientras que yo aprovecharía para poder hablar con mi hijo sobre su hermana.

No podía parar de mover los pies de lo inquieto que me encontraba. Trataba de charlar sobre cualquier cosa con Freddie, pero sabía que debía tocar el tema principal. Solo no encontraba cómo abordarlo.

—Pa, ¿por qué no fuimos a la fiesta de bienvenida de los Styles? —cuestionó mientras acomodaba la mesa

—Tu si estabas invitado hijo

—¿Quiere decir que tú no?—lo vi fruncir el ceño—¿Y eso?

—Hay algo sobre lo que debemos hablar—tras servirle la comida, tome asiento junto con él—Es sobre Aria

—Yo hoy la vi muy bien. ¿Acaso va mal su tratamiento?

Era mi único hijo varón, el primero que tuve y no precisamente con la persona que amaba, pero él era mi vida entera, aunque no se lo demostrara demasiado. De alguna manera me sentía culpable con él por no darle el hogar que merecía

—Es un tema más complicado. Se que te ha tocado enterarte de muchas cosas fuertes últimamente, y lamento decirte que aún no terminan

—Me asustas—rió entre nervioso y preocupado

—Mi distanciamiento no es con todos los Styles, solo con _____. La cuestión es que oculte información sobre un tema y....

—Ve al grano, por favor. Sea lo que sea lo entenderé

Admiraba su madures. Me recordaba demasiado a su abuela

—Aria en realidad no es mi hija de sangre. Su padre biológico es Harry

Su rostro mostraba desconcierto. No pestañeaba, sus fosas nasales solo se ensanchaban al respirar. De ahí en más, no había otra gesticulación en él.

—Y en realidad si tienes una hermana de sangre, solo que ella tampoco lo sabe. Es Rose, y a ella la tuve con Valerie.

Parecía a punto de desmayarse. No mentía.

Lo único que hizo fue comenzar a comer, muy despacio. Imite su acción, aunque habían perdido el apetito. Entendía la referencia de no querer hablar, por lo que le di su espacio.

Al terminar, solo recogió su plato, lo dejó en el lavavajillas y subió a su habitación. No hacía falta decirle que no comentara nada, era un chico inteligente.

El timbre sonó, dispuesto a dejarlo sonar, terminé de comer, pero al notar la insistencia opté por levantarme. Sorprendido deje pasar a Valerie sin decirle alguna palabra. Jamás se me quitaría el nerviosismo ante ella.

—¿Estas solo?—pregunto mirando hacia las escaleras, posiblemente por el silencio en la casa

—Freddie esta arriba, acabamos de tener una charla sobre Rose

—¿Se lo dijiste?

—Ya no quiero ocultar más cosas, Val. Siento que cada mentira me carcome la piel

—El único culpable eres tú. ¿Para qué engañar a los demás?

Suspire

—No quiero regresar a ese tema—pedí—¿Qué te trae por acá?

—Yo tampoco quiero ocultar más las cosas—por un miserable momento pensé que hablaba de lo nuestro, y que se abalanzaría sobre mi—Hablemos con Rose