Nada Es Lo Que Parece 2

Cap 37

-No llores, ven–La señora Joon recibió en sus brazos a Jimin. -¿Te dijeron que tenía?.

-Le van a hacer unos exámenes–Jimin habló suave por qué tenía la voz llorosa. -Casi se me va...

-Y me iré–Ella lo separó y lo vio confundido.

-¿Por qué dice eso?–Jimin sorvio su nariz.

-Mi niño, se fuerte...–Ella lo tomó de las mejillas. -No quería que lo supieras así pero...

-No, usted está bien, iremos a casa y me hará galletas–Se apresuró a decir Jimin con dolor temiendo lo que ella diría.

-Tengo cáncer–Habló ella conteniendo sus lágrimas.

-No.. no.. esta equivocada–Jimin negó y trató de levantarse pero la señora Joon lo tomó con fuerza de las mejillas.

-Escucha.. debes tomarlo con fortaleza...

-El cáncer tiene cura haremos el tratamiento para..

La señora Joon lo abrazó por que el menor se estaba atorando con sus propias palabras.

-Si hay cura... pero sólo si me hubiera atendido antes–Ella tragó saliva y lo aferró más fuerte cuando él se hiba a separar. -Ya hizo metástasis...

-No–Jimin negó y cerró los ojos con fuerza. -¡Debemos hacer algo!.

-El dolor es muy fuerte cuando me da, así me saquen el útero y reciba químio no me salvare–Ella dejó salir sus lágrimas y apretó a Jimin por que este haba empezado a llorar.

-¡¿Por qué le dijo esto?!–Preguntó el menor llorando.

-Una vez te dije que aborte varias veces... así no fuera por voluntad propia fue abortos–Ella suspiró y alejó un poco al menor. -El médico dijo que debieron haberme dicho esto al mismo momento que me dijeron que había quedado estéril...

-Prometió no dejarme–Susurró Jimin y bajó la mirada. -Dijo que no se iría.. que se quedaría conmigo...

-Lo siento, rompí mi promesa–Ella le hiba a acariciar el rostro pero Jimin se alejó. -Mi niño...

-¡¿Por qué prometió algo que no sabía si podía cumplir?!–Le gritó Jimin llorando. -¡Toda mi vida me hicieron promesas, toda mi vida fue basada en promesas que la gente me hacía pero que no cumplían, acaso estoy tan maldito para que todos me dejen?!.

-Es mi culpa.. jure que no haría esto, pero la verdad es que me hiciste tan débil que no pude resistir a hacer promesas–La señora Joon se limpió las lágrimas de sus mejillas. -Aveces solo hacemos promesas por que amamos sin importar el mañana... yo te amo.. eres como un hijo...

-¡Quedare huérfano!–Jimin se recostó a la mesa y lloró con intensidad. -¡La mujer que juro ser mi madre me abandonara!.

-Vete Jimin–La señora Joon habló seria y limpiando con fuerza otra vez su rostro. -No quiero que estés aquí por lo que me queda...

-Pero...

-Pero nada, solo vete, no vengas que no te querré ver–Ella miró hacia otro lado con su rostro neutro. -Déjame.. desde que me fui de la casa de mis padres, estuve destinada a morir sola...

Jimin la miró para sacudir su cabeza... no podría verla morir, así sonara egoísta no seria bueno para su estabilidad mental. Así que sin mas salió corriendo de la habitación... debía huir..

La señora Joon apenas lo vio salir empezó a llorar, se odiaba por verlo sufrir, con ira gritó y tiró las cosas que había en la mesa de al lado de la camilla.. debía aceptarlo, ella se iba a morir.

**********

Jimin hiba en el auto.. no había querido hablar, no había querido que nadie lo abrazara, no quería nada, solo quería llegar a la casa y abrazar a sus hijos para que estos le dijeran que lo amaban y devolverle un poco de vida.

Apenas la camioneta se detuvo Jimin no espero que nadie le abriera la puerta y solo se bajó... los Kim lo siguieron preocupados...

Jimin entró a la casa y lo primero que vio fue a Tae y a su madre salir de la cosina con un pedazo de torta en las manos y con una gran sonrisa.

-Uff te vez horrible–Le dijo Tae.

Jimin los quedó mirando.. ¿por qué ellos sonreían cuando él estaba tan mal?.

Así que en un impulso le tomó los platos de vidrio y los estrelló contra el suelo.

-¿Que te pasa?–Le preguntó su madre sorprendida.

-¿Otra vez te dio un ataque de valentia?–Preguntó Tae con una ceja levantada.

-Vayacen de mi casa–Les dijo Jimin. -No los quiero ver...

Tae lo tomó del brazo cuando pensaba irse pero Jin hizo que lo soltara.

-No te metas Seokjin, es problemas de herman...

-¡No somos hermanos!–Le gritó Jimin enojado. -¡Yo no tengo familia, nunca la tuve!–Se le hiba a ir encima a Tae pero Jin lo tomó de la cintura con fuerza para que no lo hiciera. -¡Ustedes son la peor desgracia que tuve en mi vida, ¿que haces aquí a mi lado cuando ambos me odian?!–Preguntó tanto a su hermano como a su madre.

-No digas eso hij...

-¡No soy tu hijo!–Jimin empezó a llorar muy furioso. -¡Tu eres una maldita mujer que me hizo odiar la vida y odiarme a mi mismo, tu debes morir en vez de ella, tu debes sufrir en vez de ella, tu debes agonizar en vez de ella!–El menor se dejó caer en los brazos de Jin. -¡Tu eres la maldita aquí, no ella!.

La mujer hiba a decir algo para defenderse pero Tae le tapó la boca.. se quedó mirando a su hermano y suspiró, ¿que le abra pasado? se preguntó por primera vez cureoseando de la vida del menor.

-Yí Zing, llevalo a su habitación.. dale un calmante–Ordenó Jin.

-¡No tomaré nada!–Jimin se alejó de todos. -¡Estoy aburrido que me vean como un niño que deben cuidar todo el tiempo, no mas, se acabo!.

Nam tomó la mano de Jin cuando este pensaba acercarse al menor.

-Jimin debes calmarte.. hablemos con...

-¡No más Jin!–Gritó el menor. -¡Yo soy Jeon Jimin, esposo de Jeon Jungkook y no dejaré que nadie más en la vida me pisotee o me trate como un imbecil, me cansé, si todos querían verme hecho una mierda lo consiguieron!.

Jimin solo, se fue a su habitación.. debía desahogarse pero en su soledad.

En cambió en la primera planta estaba la señora Park sorprendida y hasta un poco asustada de ver a su hijo menor así..

Nam estaba adsorto y Jin aceptaba este comportamiento.. al fin y al cabo un día él fue igual que Jimin pero no se demoró tanto en aceptar que la vida era una mierda.

Y Tae.. bueno Tae era un poco más enfermo por que él si sonreia, él se sentia más tranquilo y hasta contento al saber que sí tenía algún encontron con Jimin este pelearia como una fiera, sacaría sus uñas y por fin ambos hermanos tendrían su merecido enfrentamiento.